"Es volver al teatro pobre. Es volver al recreo": Así es un día en el rodaje de 'Avatar 3'
Andrea Zamora
-Redactora
Fan de la fantasía, el 'thriller' y la ciencia ficción. Vive entre mundos distópicos, misterios por resolver y universos inventados.

Hacer una de las nuevas entregas de la saga de ciencia ficción más taquillera es jugar con la imaginación. "Es de una libertad artística que yo nunca he experimentado antes", dice Oona Chaplin, la villana Varang en la secuela

A Oona Chaplin le gustaba llegar al rodaje de Avatar: Fuego y ceniza con tiempo. Por un lado, para tomarse un café tranquilamente. Por otro, para ir tanteando el ambiente. "Hacía la lectura de cómo está el día. ¿Cómo vamos?, ¿vamos tarde?, ¿vamos temprano?, ¿cómo está James?, ¿cómo está Zoe?", cuenta la actriz en SensaCine. "Observaba el trabajo que se estaba haciendo en el set", recuerda. "Es un espacio muy grande donde se susurra. Hay una concentración tan rica y espesa. Hay una vibra muy fuerte ahí".

Avatar: Fuego y ceniza es la tercera entrega de la taquillera saga de ciencia ficción de James Cameron. La película, que llega a las salas de cine españolas el 19 de diciembre, continúa la historia de la familia liderada por Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña). A Chaplin, que debuta en este filme, le toca ponerle las cosas difíciles a los protagonistas. Su personaje es el de Varang, la líder del violento clan Na’vi Mangkwan. Este grupo, conectado al fuego, ha dejado de lado a Eywa por un trauma vivido en su pasado.

'Avatar 3' es un espectáculo bíblico oscuro y violento de más de 3 horas, pero ya he visto esta película antes

"Hay como 400 ordenadores y todos tienen que funcionar y siempre hay uno que se porta mal. Entonces, ahí, de repente hay que parar y tienes que esperar un rato", continúa Chaplin relatando cómo es un día normal en el rodaje de Avatar.

Estamos ejerciendo la imaginación y el poder de la imaginación es muy superior a cualquier cosa que te pongan delante

Los problemas del día a día y las rutinas no son más que peculiaridades. Para Chaplin, nieta de Charles Chaplin e hija de Geraldine Chaplin, la gracia de rodar una película en pijama y con puntos de 'motion-picture' pintados en la cara, es otra más profunda. "La esencia y el alma de trabajar en Avatar con James Camon, con Zoe Saldaña, con Stephen Lang, con Sigourney Weaver… es de una libertad artística que yo nunca he experimentado antes", reconoce. "Es es volver al teatro pobre. Es volver al recreo".

Para la actriz, una de las mejores cosas de la experiencia de Avatar es haberse puesto a las órdenes de Cameron. "Tiene una curiosidad insaciable", dice sobre el cineasta. "Es muy generoso y muy enérgico y nos inspira a todos a renacer como artistas, a traer lo mejor de nosotros y a tener un compromiso con la imaginación y la verdad dentro de lo fantástico", añade. "¡Buah! Es que puedo seguir hablando durante 3 horas solo sobre eso", añade.

Ser actor en Avatar es, al final, adentrarse en un mundo en el que la imaginación es clave. "Cameron ha creado los sets virtuales. Tú puedes mirar en el monitor más o menos tu entorno. Si te hace falta algún objeto, te lo da. Si te hacen falta las escaleras, tenemos una estructura que es como de Lego donde hacen diferentes niveles. Lo único que tienes es al otro actor y a James Camon y los otros actores", destaca. "Estamos ejerciendo la imaginación y el poder de la imaginación es muy superior a cualquier cosa que te pongan delante".

Varang: Una líder nacida de la tragedia

Avatar: Fuego y ceniza arranca poco después de los acontecimientos ocurridos en El sentido del agua (2022). La familia protagonista sigue llorando la muerte de su hijo y hermano Neteyam (Jamie Flatters). En medio del duelo, se dan cuenta de que Spider (Jack Champion), el hijo humano de Quaritch (Stephen Lang), debe volver a la base humana de Pandora. Su máscara de oxígeno no funciona bien y podría morir. Todos emprenden el viaje y es entonces cuando se cruzan con Varang y los suyos.

"Yo nunca la pude ver como una villana", dice Chaplin sobre su personaje. "Yo la tenía que tratar con mucha compasión y comprenderla, comprender cómo funciona, cuál es el impulso, y el impulso viene del trauma".

Cuando Varang era una niña, un volcán lo destruyó todo. Viendo que Eywa, la deidad suprema de Pandora, no respondía, decidió acercarse al fuego y aprender cómo funcionaba. Fue ella la que salvó a su tribu, pero el trauma sigue presente en todo ellos. "Ella ha sufrido un trauma inimaginable que es que ha perdido… Bueno, aunque se puede imaginar porque hay mucha gente en el mundo que lo ha sufrido. Ella ha perdido a su familia, su modo de vida, su casa, su comida, su todo, todo lo que ella conocía y daba por hecho lo ha perdido en un momento con un volcán", reflexiona Chaplin. "En vez de ir adonde está Eywa, porque Eywa es la diosa de la vida y Eywa se murió en ese lugar, se fue directamente al volcán".

La tenía que tratar con mucha compasión y comprenderla, comprender cómo funciona, cuál es el impulso, y el impulso viene del trauma

La actitud de Varang frente a la tragedia es lo primero que Cameron le explicó a Chaplin. "Me dijo: 'Cuando algo tiene poder, ella lo mira y va directamente como un toro  a una bandera", recuerda. "Ella se inspira mucho con el fuego, lo domina, lo estudia y no solo eso, también convence a su gente que esta es su gran fuerza, que su debilidad, su sufrimiento, su dolor es su gran combustible. Es una líder increíble".

Chaplin reconoce que Varang le ha hecho ver las cosas de otra forma. "La admiro mucho y me ha enseñado mucho porque cuando a mí algo me da algo miedo me voy corriendo y entonces me tengo que recoger ahí a tres cuadras y decir: 'No, hombre, Oona, date la vuelta, mira bien, aquí hay algo para ti, hay un regalito para ti", dice. "Su determinación, su integridad, su convicción… Todo. Me enseñó mucho".

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