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    Carlos Vermut ('Magical Girl') vuelve a incomodar al cine español: "Es difícil encontrar comedia en 'Mantícora', pero la tiene"
    Alberto Corona
    Alberto Corona
    -Colaborador
    Periodista cultural especializado en cine, videojuegos y un poco lo que le echen. Deambulo o he deambulado por medios como SensaCine, Canino Magazine, Eldiario.es, Cinemanía, AnaitGames o Break. Presentador del podcast de crítica cultural Choquejuergas.

    Junto al director y los intérpretes Nacho Sánchez y Zoe Stein buceamos en las claves del film más enigmático del firmante de Diamond Flash.

    “Recuerdo salir de ver Magical Girl hace ocho años, recuerdo las conversaciones que tuve camino a casa y pensar ‘ojalá trabaje algún día con ese tipo’”. Ese tipo era Carlos Vermut, y hoy Nacho Sánchez lo ha logrado: es el protagonista de Mantícora, cuarto largometraje del cineasta madrileño donde comparte cartel con Zoe Stein. Otra que, como Sánchez, estaba fascinada por el autor de Diamond Flash antes de cruzar sus caminos. “Es el tipo de cine que me gusta ver, que definiría como puro”, cuenta Stein para SensaCine, recordando que en un primer momento se sintió intimidada. “Cuando oyes el nombre de Vermut, cuando sabes las actrices con las que ha trabajado, dices ‘ostras’. Pero luego resultó un tipo tan normal que no sentí ningún tipo de presión ni de miedo. No paraba de decirme ‘confío en ti’.

    De cara a trabajar con Vermut, a Sánchez le interesaba mucho “el misterio, las preguntas abiertas”, pero también “el sentido del humor”. “No creo que Vermut haga dramas densos, es más complejo y vital. Me interesa lo poliédrico, y sobre todo sus guiones. Los guiones son el punto fuerte de Carlos: qué elige contar y la forma tan original en que lo cuenta”. Es una forma que ocasionalmente se topa con la comedia, y que une a Vermut con un grupo de cineastas que a principios de los 2010 empezaron a cultivar un humor muy particular, al que cierta crítica ha identificado como “posthumor”. Otro integrante del grupo es Carlo Padial, con quien Sánchez trabajó antes de Mantícora.

    Mantícora
    Mantícora
    Fecha de estreno 9 de diciembre de 2022 | 1h 55min
    Dirigida por Carlos Vermut
    Con Nacho Sánchez, Zoe Stein, Aitziber Garmendia
    Medios
    4,4
    Usuarios
    3,2

    Humor y monstruos en Mantícora

    “Hice la prueba cuando estaba a punto de rodar en Barcelona Doctor Portuondo”, explica Sánchez sobre la serie de Filmin que adaptaba una novela autobiográfica del propio Padial. “Fue un contraste divertido: una era una comedia sobre una neurosis, otra un drama sobre la psicosis. Con tonos distintos pero creo que primos, porque tanto Carlos como Carlo se instalan en terrenos que no son ni dramas ni comedias puras. Están entre dos mundos, y por eso creo que es difícil encontrar la comedia en Mantícora, pero la tiene. Está en la torpeza de sus personajes, en la ternura de gente que no sabe comunicarse”.

    "Es un asunto delicado", cuenta Vermut del humor de Mantícora. “Cuando explicaba el argumento me decían que había humor negro en la premisa. Un tío siente atracción por un niño y se lía con una tía que se parece a ese niño… pues tiene algo extraño, cómico. A mí no se me da bien escribir humor pero dependiendo de cómo ruedes puedes tener escenas que escritas son serias, y al desarrollarse son cómicas”. La ejecución es clave, aunque todos coincidan en el esfuerzo por entregar guiones muy acotados. “Has de seguir el guion pero hay muchas formas de recitarlo”, revela Stein. “Te dan un guion y tienes que sacar el máximo provecho de él. Cómo respiras esas frases. Es en sí mismo otro acto de creación”.

    Los diálogos de Vermut tienen un ritmo especial, dilatado, donde las réplicas caen con un peso del que los intérpretes han de ser conscientes. “Como en el cine, a mí me gusta más escuchar que hablar”, reconoce Sánchez. “Mantícora es el proyecto donde más tiempo estoy en pantalla y menos hablo”. La película se articula por entero alrededor de Sánchez (Julián) y Stein (Diana), y un romance marcado por los oscuros secretos del primero. Julián tiene un lado monstruoso que intenta ocultar, y que de algún modo conecta con el interés de Vermut por el cine de género. “En todas mis películas aparecen elementos fantásticos, pero cuando intento escribir cine fantástico como tal no me siento tan cómodo”, reconoce Vermut, que no obstante el año pasado escribió el guion de La abuela para Paco Plaza.

    “En Mantícora la figura del monstruo está presente, a nivel metafórico, en la figura de Nacho. Pero también hay monstruos reales; la película empieza con el modelado de un monstruo en 3D y a partir de ahí vemos más monstruos, escenarios de otros planetas, cuadros de Goya. Quiero que lo monstruoso esté siempre presente porque me gusta mucho el cine fantástico, pero prefiero que llegue como una especie de halo, de estética o textura”.

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    A vueltas con la realidad

    ¿Habla Mantícora de los monstruos cotidianos? “Siempre huyo de definir mi película con una frase, porque creo que lo mejor es que cada obra trate de lo que cuenta: un tipo que hace videojuegos al que le pasan cosas, ya está. Lo bonito es que cada película se expanda según lo que lea cada espectador. No tengo claro que hable de un tema concreto, como la soledad o nuestra relación con las imágenes”, defiende Vermut, aunque en este punto aborda uno de los elementos más sugerentes de Mantícora: la realidad virtual, y hasta qué punto esta puede contener nuestra identidad. “A veces sí es un reflejo, supongo, pero igual el tipo más chungo del mundo puede jugar a Animal Crossing y el más pacífico a God of War. Puede haber un vínculo o no, pero no puedes aislarte en ella pensando que no habrá consecuencias; las personas que viven aisladas luego tienen muy difícil relacionarse”.

    "En nuestras sociedades hay que comunicarse con los demás. Y, sin que necesariamente Mantícora tenga un discurso sobre eso, creo que no puedes escapar de la realidad, no puedes limitarte a vivir en un mundo construido a tu medida”. Sánchez, por su parte, cree que esta misma realidad virtual ha provocado que “nuestra identidad ya no sea solo nuestro cuerpo”. “Ahora hay aparatos que somos nosotros. Nuestro cuerpo ha trascendido y va más allá de la experiencia individual que antes proponían los videojuegos: cada uno de nuestros mundos están interrelacionados y la identidad que has vertido en la realidad virtual puede fundirse con la mía”. El protagonista de Mantícora coincide en que no hay escapatoria del mundo que nos rodea. “En la realidad virtual hay mucho de la realidad de fuera, así que hay que aprender a gestionarla”.

    "Y ahora mismo no tenemos ni idea de cómo hacerlo, todo se reduce al juego o al negocio. ¿Quién está metido en Meta? Gucci, Adidas, Amazon… se ha empezado por lo económico en vez de por lo emocional y lo psicológico, y eso puede ser devastador".

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