Jennifer Lawrence siempre menciona Passengers cuando habla de sus peores películas, pero hay otro proyecto en su filmografía que, además de recibir críticas negativas, es su fracaso más épico. La intérprete protagonizó un drama de época en 2014 que fue un desastre y del que nadie se acuerda. Parece que hasta la propia Lawrence lo ha borrado de su mente.
Un año antes de que Lawrence subiese al escenario del Teatro Kodak de Los Ángeles (Estados Unidos) en 2013 para recoger su Oscar a Mejor actriz por El lado bueno de las cosas, la intérprete volvió a trabajar con Bradley Cooper en una nueva película: Serena, un drama de época que suponía la segunda colaboración entre ambos actores tras el filme que le dio la codiciada estatuilla a Lawrence y antes de American Hustle.
Originalmente, el proyecto iba a contar con Darren Aronofsky como director, pero el cineasta decidió abandonarlo y se fichó a Susanne Bier para colocarse detrás de las cámaras. La realizadora llevaba a sus espaldas títulos como Hermanos (2004), Cosas que perdimos en el fuego (2007) y En un mundo mejor (2010), que ganó el Oscar Mejor película extranjera en los Oscar de 2010. Angelina Jolie iba a dar vida a la protagonista de Serena, pero la intérprete también se marchó del proyecto junto con Aronofsky.
Fue entonces cuando Lawrence entró en escena. Por entonces, la actriz era popular: era Katniss Everdeen en Los juegos del hambre y Mística en X-Men. Fue ella la que sugirió a Cooper para el papel del otro protagonista. Serena se basa en la novela homónima de Ron Rash y sigue a una ambiciosa mujer de Carolina del Norte en la década de los años 20. El proyecto consiguió unos 25-30 millones de dólares de presupuesto y el rodaje comenzó en 2012 en República Checa. Todo parecía ir bien, pero las cosas cambiaron en la sala de edición.
Bier, que tiene reputación de ser tremendamente perfeccionista, tardó más de 18 meses en terminar la película porque no encontraba el resultado más satisfactorio para ella. Debido a esto, el estreno del filme se retrasó seis meses.
TRES VERSIONES DIFERENTES
StudioCanal
Cuando Bier terminó con la posproducción, todo el mundo se había olvidado de Serena y Cooper y Lawrence se habían convertido en dos de los rostros más populares de Hollywood. No obstante, ningún estudio quería estrenarla. Bier presentó tres versiones diferentes para que eligieran el que más les gustaba. Aun así, no tuvo demasiada suerte. Finalmente fue Magnolia la que se atrevió con el proyecto.
El filme tuvo un estreno limitado y los críticos no tuvieron piedad con ella. En Rotten Tomatoes solo cuenta con un 16% de nota. "Teniendo en cuenta lo bien que encajaron Cooper y Lawrence en El lado bueno de las cosas, la dinámica central inerte de Serena subraya el hecho de que la química es un subproducto de la administración del director como lo es de la química natural de los actores", dijo The Daily Beast.
En el famoso agregador de críticas, el consenso fue: "Serena une a un impresionante variedad de talentos a ambos lados de las cámaras y luego deja a los espectadores preguntándose cómo salió todo tan mal".
Serena, que llegó a los cines en 2014, tras debutar en el Festival de Cine de Londres, recaudó solo 5 millones de dólares en todo el mundo.
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