Esta es la historia de alguien que luchó con uñas y dientes por mantenerse en la industria del espectáculo. John Bennett Perry empezó su carrera audiovisual a los 29 años como extra en Cabaret después de un tiempo dedicándose a la música con el grupo The Serendipity Singers (que tras muchísimas formaciones pararon en 2013). Desde entonces, no hubo nada a lo que se resistiese, desde anuncios para Old Spice hasta papeles en series como Kung Fu y películas desconocidas como Testigo Imposible. Lo suyo era estar siempre en el candelero.

Amigo de todos
John, además, es el padre del recientemente fallecido Matthew Perry. De hecho, Tom Selleck se hizo amigo del integrante de Friends preguntándole continuamente por su progenitor, al que conocía de cientos de anuncios y episodios piloto donde coincidían sí o sí. John Bennett Perry era uno de esos actores secundarios de Hollywood cuya cara te suena, aunque nunca sepas muy bien de qué. Le pudimos ver en Independence Day, George de la Jungla o El ala oeste de la Casa Blanca, pero nunca ganó ningún premio importante.
Ni falta que hacía. Cuando su hijo explotó en la industria gracias a Friends, quiso hacerle un homenaje privado y consiguió colarle como un cameo especial en el episodio 18 de la temporada 4, El del nuevo traje de Rachel, donde interpretaba al padre de Joshua, aquel novio joven de Rachel, en el episodio en que se la encuentra medio desnuda en el salón. En aquella época era habitual que el reparto de la serie metiera a sus amigos, parejas o conocidos en la serie, y John Bennett Perry no iba a ser menos.
No fue el único trabajo que compartió con su hijo: ambos estuvieron en Solo los tontos se enamoran, junto a Salma Hayek, y en la sitcom infructuosa Mr. Sunshine, creada por el propio actor y que no pasó del episodio 9 hace más de una década. De hecho, ese fue el último papel de su vida y desde entonces vive retirado, ya a sus 83 años. Y que sean muchos más.