Ni los mayores genios del cine de nuestra época se salvan de ser acusados de plagio. Es el caso de Steven Spielberg, creador de clásicos inmortales, que, posiblemente por estar en el punto de mira de la industria cinematográfica, es el foco de muchas denuncias. En 2000 fue acusado de haber copiado una idea para desarrollar la cinta Pequeños guerreros, una película que recordarán todos los que crecieron en los 90.
Pequeños guerreros, dirigida por Joe Dante con Kirsten Dunst y Gregory Smith como protagonistas, es una cinta de aventuras y ciencia ficción que mezcla imágenes reales y animación y que muchos niños y niñas de los 90 recordarán con especial cariño. Aunque el director no fue Spielberg, la producción corrió a cargo de Amblin Entertainment, empresa -como ya sabrás- de Spielberg, Kathleen Kennedy y Frank Marshall, y ese toque mágico que solo ellos saben dar está presente en todo el largomeraje.
El 10 de julio de 1998 se estrenó el filme, tuvo sus críticas mixtas y no fue del todo mal en taquilla, ya que se hizo con 71,8 millones de dólares tras una inversión de 40. Un proceso normal y corriente hasta que llegó la polémica: una denuncia de plagio.
Dos años después de que viera la luz, Gregory P. Grant presentó una demanda contra Spielberg, DreamWorks y Universal Pictures por haber plagiado un cortometraje que él había hecho en 1990, titulado Ode to GI Joe -el cual, por cierto, puedes encontrar fácilmente en YouTube-. Grant mantenía que el filme estrenado en 1998 tenía muchas similitudes con la historia que había creado 8 años antes.
Según mantenía el acusador, había tenido reuniones con representantes de Amblin Entertainment en 1991 para hablar de la posible adaptación de la pieza al formato largometraje y hasta Spielberg le solicitó personalmente una copia de 16mm de la obra original. También asegura que le pidieron que escribiera un guión, pero que el proyecto finalmente fue rechazado.
El abogado de Grant, Ira Reiner, declaró que:
Varias escenas parecen extraídas directamente de la película [de Grant] y son demasiado parecidas para dejar lugar a dudas. Vemos esto como un caso de 'tipo pequeño contra tipo grande'. Es muy poco probable que un jurado concluya algo más que que hubo copia aquí
El resultado final era esperable. DreamWorks mantuvo que había sido un proyecto totalmente original y fue eso mismo lo que determinó el jurado después de la evaluación: Pequeños guerreros es obra de Amblin Entertainment y de nadie más.
Como decimos, Spielberg está siempre en el punto de mira y no es la primera vez que ha pasado por un proceso de este estilo. Ya fue acusado de plagio por Amistad, el drama histórico que estrenó en 1997; y Disturbia, que produjo en 2007. Hasta donde sabemos, el cineasta nunca ha tenido que copiar una idea ajena y todo lo que hace con sus manos ha salido de su cabeza.