En el guion original de Regreso al futuro, Robert Zemeckis y Bob Gale se lo imaginaron todo a lo grande. De hecho, al cambiar cosas en 1955, 1985 también variaba y se convertía en una versión futurista del mundo, pero la gente o bien no estaba de acuerdo... o creía que iba a ser, simplemente, inmensamente caro. Y no solo eso: además, el padre de Marty se volvía boxeador después del puñetazo a Biff y, aún peor, la máquina (que no eran un coche) conseguiría viajar en el tiempo mediante energía nuclear y... Coca-Cola. Por suerte, pudieron cambiarlo todo a tiempo y tuvimos un clásico entre manos.
A mí nadie me llama... bueno, esa palabra
Sin embargo, sí hubo unas cuantas ideas que se rodaron y, por suerte, quedaron en el fondo de la sala de montaje. Una que estuvo a punto de sufrir esa suerte fue la escena en la que Marty canta Johnny B. Goode, porque Zemeckis sentía que no avanzaba la historia en absoluto. Sin embargo, al ver la reacción entusiasta del público de prueba decidió dejarla. Otras, sin embargo, como una en la que Doc mira una revista de Playboy y afirma que "el futuro está mejor", estuvieron cortadas y bien cortadas.
Hubo una escena eliminada que seguro que Zemeckis está aliviado de quitar. En ella, Marty, que acaba de hacer junto a Doc el plan para seducir a su propia madre, está preocupado de que le pueda "fastidiar permanentemente". Hasta ahí bien. El problema es que continúa diciendo que como resultado de sus acciones podría acabar siendo gay, algo a lo que Doc responde "¿Por qué no deberías ser feliz?" ("gay", además del significado que todos conocemos, también significa "alegre" en inglés). Uf.
Regreso al Futuro sigue siendo un clásico que pasa perfectamente el test del tiempo, siempre que no recordemos que entre 1955 y 1985 pasaban treinta años y entre 1985 y 2024... Bueno. En fin. Ya sabéis. Intentad no pensar mucho en el futuro.