La adaptación de Crepúsculo podría haber sido muy diferente a lo que finalmente vimos. Y es que MTV, que era quien quería hacerla, tenía miedo de perder a la audiencia masculina con la historia de amor, así que decidió poner más acción. Por ejemplo, Bella era una cazavampiros que los mataba a escopetazo limpio, diciendo tacos y transportándose en jet skis mientras la perseguía el FBI. Por suerte, la autora, Stephenie Meyer, no lo permitió en última instancia, y el proyecto volvió a quedar libre hasta convertirse en la película que ahora todos conocemos.
Di lo que soy
Aunque, todo sea dicho, aunque el público fan de los libros acabara más o menos enamorado también de la película, no todos en el reparto confiaban en ella. Particularmente, Robert Pattinson, que en el DVD de Crepúsculo hizo una pista de audiocomentario básicamente riéndose de ella, con el resto de actores siguiéndole el ritmo. A posteriori quedó claro que su carrera quería ir por otro lado.
De hecho, la primera vez que Catherine Hardwicke, la directora, le vio, no quiso ficharle porque no tenía el cuerpo que imaginaba para el vampiro hasta que besó a Kristen Stewart en la cama probando una escena. Y ambas tuvieron claro que tenía que ser él. Aunque, quizá, si alguien les hubiera contado que las cinco películas no transcurrían en cinco años distintos, sino en apenas veinte meses desde que se conocen hasta que tienen a su hija, los propios actores se lo habrían pensado dos veces. Sí, sí, veinte meses. Mira.
En la vida de cualquiera no suelen pasar muchas cosas en año y medio, pero es ser vampiro y la cosa se convierte en un no parar. Por cierto, si echabas de menos Crepúsculo estás de enhorabuena, porque Netflix ha anunciado que adaptará Sol de medianoche, la novela de la saga que revisita la primera parte desde el punto de vista de Edward. ¿Volverá la fiebre vampírica o es ya tarde?