Ha sido nominada a cuatro Globos de Oro, incluyendo el de Mejor película de comedia, y uno de sus intérpretes protagonistas, el carismático Kieran Culkin, se impuso en la categoría de Mejor actor de reparto, frente a rivales de la talla de Edward Norton, Guy Pearce, Denzel Washington e incluso su compañero en Succession Jeremy Strong. Ahora, A Real Pain se postula con fuerza para ser, como mínimo, una de las películas protagonistas en la próxima edición de los Premios Oscar, cuyos nominados se darán a conocer el próximo día 17 de enero.
No obstante, la elogiada y profundamente conmovedora comedia dramática dirigida, escrita y producida por Jesse Eisenberg, que ha afrontado con ella su segunda experiencia como director tras When You Finish Saving the World (2022), antes tiene que llegar a las salas de cine españolas, un par de meses después que en EE UU: su estreno tendrá lugar este viernes, 10 de enero de 2024.
Al contrario que en su primera película, Eisenberg se encarga él mismo de interpretar uno de los personajes protagonistas, David Kaplan, un joven adulto judío que acaba de ser padre y que lleva una vida tranquila en Estados Unidos. Al comienzo de la película, David se reúne en el aeropuerto con su primo Benji (Culkin), con quien mantenía una excelente relación cuando eran niños pero del que se ha distanciado con el paso del tiempo.
Tras la muerte de su abuela y tal y como era su deseo, David y Benji van a viajar juntos a Polonia, al lugar donde ella creció, para aprender más sobre sus raíces y conectar con sus orígenes. Allí se unen a un tour en el que participa un dispar grupo con el mismo objetivo pero con diferentes motivaciones a los que interpretan Jennifer Grey, Kurt Egyiawan, Liza Sadovy, Daniel Oreskes y Ellora Torchia. Will Sharpe es James, el guía británico del grupo.
'A Real Pain', temas universales en un tour sobre el Holocausto
"Siento que la historia que hay dentro de la película habla por sí sola", explica Will Sharpe en entrevista con varios medios de la que SensaCine ha podido ser parte en referencia a la importancia de la investigación, conocimientos y sensibilidad necesaria para interpretar a unos personajes en un contexto como este, un tour sobre la identidad judía y el trauma del Holocausto, pero permitiendo que el humor también jugase un papel. "[La película] Se centra en las relaciones humanas. Y a partir de esa narración y su humor creo que se transmiten mensajes más profundos y serios dentro de la película. Creo que Jesse [Eisenberg] lo manejó de una manera muy delicada y ligera y, podría decirse que es mucho más poderosa por esa razón".
"El lugar realmente evocaba todo lo que necesitábamos", añade Jennifer Grey en la misma entrevista. "Cada uno de nosotros llegó a la película y a sus papeles con su propia historia y experiencia personal. Así que fue muy parecido a lo que es un tour real, todos traíamos nuestra historia y nuestra humanidad y nuestro dolor y nuestro dolor histórico y nuestro dolor privilegiado y todos los diferentes sabores de dolor que uno puede manejar, además de un enorme humor y humanidad".
Creo que la película extremadamente accesible, porque realmente estamos hablando de identidad y conexión y alienación y soledad y alegría y también resiliencia y esperanza
Jennifer Grey, una actriz inolvidable por su papel protagonista en la también inolvidable película de los 80 Dirty Dancing, es judía y tiene, a su manera, una importante conexión con los personajes que forman parte del tour en la película, pero no se atreve a vaticinar qué efecto puede tener A Real Pain entre otros espectadores judíos o conectados con el Holocausto. "La familia de mi madre y de mi padre huyeron del Holocausto desde Letonia y Ucrania. Yo sabía que provenía de esas personas, que habían estado bajo amenaza y que tuvieron que huir y ser inmigrantes y comenzar de nuevo en Estados Unidos. Tenía un sentimiento de que estaba el lugar de mi gente que nunca habría experimentado si no hubiera tenido la oportunidad de hacer esta película".
Al mismo tiempo, reflexiona Sharpe, la película explora también temas mucho más universales: "Siento que Jessie [Eisenberg] está haciendo preguntas universales a través de lo específico. Trata de partes específicas de la historia y áreas específicas del mundo, pero también trata de relaciones humanas y conexión e identidad y familia y raíces. Siento que hay una universalidad en ello, pero no puedo hablar por nadie [que lo haya experimentado o lo sienta más cercano]. Me imagino que sería una experiencia más visceral e intensa, pero no me corresponde decirlo".
El dolor es un lenguaje bastante universal, y todo el mundo tiene un dolor que es legítimo y que también puede coexistir frente a un dolor histórico, catastrófico, gigantesco como el Holocausto. Y no deslegitima lo que es tener tu propia angustia mental y sentimientos de alienación.
Jennifer Grey: "La idea de lo que sucedió en ese espacio era palpable y devastadora"
Durante el rodaje de la película en Polonia, el elenco visitó el campo de concentración Nazi de Majdanek, en el que rodaron la visita del grupo. "Yo nunca había estado en un campo de concentración y estaba muy inquieta por ello", admite Grey. "Me intrigó mucho cuando me dijeron que la película se rodaría en Polonia y que visitaríamos un campo de concentración y, como persona judía, sabía que iba a ser muy estimulante. Estaba muy inquieta porque soy una persona bastante emocional y me daba miedo".
"Y luego, cuando estuve allí", continúa la actriz, "nada podría haberme preparado para la intensidad de la energía del lugar y el sufrimiento de los seres humanos, ya fueran de mi gente, de tu gente o de la gente de cualquiera. La idea de lo que sucedió en ese espacio era palpable y devastadora. Y pensar en ello era aún más devastador al pensar en cuánto tiempo duró. Y cuando veías las camas alineadas y veías los miles de zapatos de niños... Eran personas. Y eso estaba sucediendo en ese lugar que estaba tan bien conservado. No parecía que lo hubieran turistificado, así que lo que sentí es como si todos simplemente se hubieran marchado de allí esa misma mañana. Era una atmósfera muy intensa y cautivadora".
"Creo que todos podíamos ver ese día acercándose en la agenda [de rodaje]", añade Sharpe sobre la experiencia. Para él, también era su primera visita a un campo de exterminio. "Por supuesto, hay partes de la película en las que hay mucho humor, pero había una especie de corriente subyacente de saber que en algún momento estaríamos visitando este campo de concentración. Lo encontré muy humilde y conmovedor y una experiencia intensa".
Realmente admiro cómo Jessie [Eisenberg] eligió filmar esa secuencia. Es muy simple. Apenas se dice nada, y él simplemente pasa por el espacio, y eso permite que la ubicación y la historia hablen por sí mismas
Jesse Eisenberg, una energía "muy colaborativa y empática" por primera vez delante y detrás de la cámara
Los elogios hacia el trabajo de Eisenberg, que en esta segunda película también se ha lanzado a protagonizar, son constantes durante toda la entrevista.
Tal y como explica Sharpe, que su director estuviese entre ellos, como uno más, frente a las cámaras no era algo en lo que siquiera estuviera pensando durante el rodaje. "Era muy fluido. Y la energía de Jesse es muy colaborativa y empática, y nunca lo sentí como 'yo soy el director", asegura. "Las únicas veces que lo noté fue en escenas en las que tenía mucho trabajo que hacer como actor. [...] Recuerdo que pensé: 'Guau, respeto'. Estaba logrando el papel de actor al mismo tiempo que manejaba las presiones invisibles de un día de preparación de 18 horas".
"Creo que también tenía un muy buen equipo con el director de fotografía y una de nuestros productores, Ali [Herting], estaba muy presente, y creo que realmente confiaba en su visión y los consultaba", añade Grey. "Sentí que se había rodeado de un gran sistema de apoyo que podía confiar tanto como cualquiera en lo que estaba sucediendo y actuar con él. Nunca tuve la sensación de que estuviera observando. Sentía que estaba allí.