¿Recordaríamos ahora Regreso al futuro si la máquina del tiempo no fuera un DeLorean? Pues estuvo a punto de ser así: en un principio, la idea es que fuera un diseño más clásico que funcionara con Coca-Cola, pero a medida que fueron avanzando en el guion, Robert Zemeckis y Bob Gale fueron modificándolo, muy conscientes de que querían que el viaje espacio-temporal fuera un accidente y no algo que Doc anduviera buscando de manera consciente para lucrarse. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que un coche que, sin saberlo, pasaría a la historia del cine?

Regreso a la juventud
Doc era muy diferente también en el primer guion, donde era conocido como "Profesor Brown" en lugar de "Doc Brown": lo cambiaron pensando en que ningún niño le cogería aprecio a alguien llamado "Profesor". De la misma manera, Einstein, el perro de Doc, en un primer momento era un chimpancé llamado Shemp, pero, según dijo Sydney Seinberg, que se convirtió en uno de los mandamases del proyecto, "Lo he mirado, ninguna película con un chimpancé ha ganado dinero".
Pero quizá el mayor de sus problemas con el personaje era, bueno... Su edad. Y es que cuando vemos a Doc por primera vez le podemos echar más de 60 años: el pelo blanco, la actitud de científico loco, la manera de hablar... El problema es que, por aquel entonces, Christopher Lloyd tenía tan solo 46 años: cada mañana tuvo que pasar por maquillaje para que le avejentaran.
Curiosamente, Lloyd no sabía si coger el proyecto hasta que un amigo le animó, e hizo bien... Aunque, originalmente, el papel se lo propusieron a John Lithgow, que resultó estar ocupado. No es el único lío con la edad que hay en la película: no olvidemos que Crispin Glover, que interpreta al padre de Marty, era más joven que el propio Michael J. Fox... aunque, para ser justos, durante la mayor parte de la cinta se le ve en el pasado teniendo la edad correcta.