"Un maestro y un cabrón con ventanas a la calle": es uno de los grandes genios del cine español, pero este actor no se corta al hablar de él
Sara Heredia
Sara Heredia
-Redactora jefe SensaCine
Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

El famoso actor recordó su experiencia en 'La vaquilla' en las memorias que escribió Marcos Ordóñez y se publicaron bajo el título 'Alfredo el grande. Vida de un cómico'

AMC

Es imposible comprender el cine español sin las figuras de Luis García Berlanda y Alfredo Landa. Uno desde la dirección y otro desde la interpretación supieron hablar de los problemas de los españoles en el franquismo y la Transición desde la comedia sin perder el punto crítico. Landa rompió con el estereotipo del landismo gracias a papeles dramáticos de gran nivel, mientras que Berlanga logró que el cine español fuera reconocido en festivales internacionales.

Son dos nombres que van de la mano, pero quizás Alfredo Landa hubiese preferido tenerle lejos. Coincidieron en dos películas que ya son obras maestras, El verdugo (1963) y La vaquilla (1985), y fue en esta última donde Landa cogió ojeriza al director por las condiciones de trabajo que le impuso.

En el libro Alfredo el grande. Vida de un cómico, escrito por Marcos Ordóñez, el actor describió de esta manera al genio del cine español.

Yo siempre he dicho que es un maestro y un cabrón con ventanas a la calle

Y prosiguió a contar la anécdota por la que le puso ese título. "En La Vaquilla, un sábado en agosto, a las tres de la tarde, en Sos del Rey Católico, me hizo subir a una loma cuarenta y una veces", le confesó al escritor.

Este problema surgió sobre todo por la tendencia del director a realizar planos-secuencia, que obligaba al equipo a tener una planificación exhaustiva, con muchos actores y acciones pasando al mismo tiempo. Por lo tanto, surgían errores de los que Berlanga era consciente y pedía repetir la toma.

"Al rodaje había que ir con los deberes hechos"

No fue el único actor que compartió una mala anécdota en la grabación de la cinta. Guillermo Montesinos, que interpretó a Mariano, el chico del pueblo obsesionado con su novia, insinuó en un encuentro en la Academia de Cine dedicado al cineasta, que había habido problemas. Esta vez con el propio Landa. Su personaje estaba destinado a Santiago Ramos "porque yo iba a ser el torero, pero el primer día de rodaje hubo sus más y sus menos [no profundizó en el tema porque no quiso 'hablar de Alfredo Landa'] y Santiago llegó destrozado, estaba bloqueado y quería dejar la película. Hablamos con Berlanga y nos volvieron a cambiar los papeles".

Montesinos añadió que Berlanga dirigía "a su manera. Si no le gustaba lo que habías hecho, te lo decía. Rodaba muchas secuencias y una vez se acercó y me dijo: ‘Guillermo, me has hecho a Lorca. No nos olvidemos de la comedia. [...] Al rodaje había que ir con los deberes hechos, nada de improvisar, todo estaba medido y las interpretaciones eran muy frescas porque Berlanga lo controlaba todo".

La vaquilla se rodó en la población zaragozana de Sos del Rey Católico y el pueblo entero se volcó en la grabación durante tres meses.

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