De nuevo, Ed y Lorraine Warren investigaron este caso en el que una familia comienza a sentir una presencia demoniaca. Los Parker se mudaron a una casa de Southington para vivir cerca de la universidad en la que el hijo recibía tratamiento para el cáncer y no tardaron en comenzar a tener visiones: "uno de los demonios era delgado, con pómulos priminentes, cabello largo negro y ojos azabaches".
La familia siempre había encontrado raro que la casa estuviese llena de crucifijos y más tarde descubrió que había sido una funeraria, ya que vieron el equipo en el sótano de la casa junto a un gran número de fotografías en las que varias personas posaban junto a su familiar muerto.
Los investigadores corroboraron la historia de la familia Parker, de hecho, Ed Warren vio a dos niñas jugando en la habitación principal, pero desaparecieron cuando se acercó. Sin embargo, la historia que se ve en la película es mucho más aterradora que la original.