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    Andy Serkis: "Mowgli' rompe con los prejuicios sobre 'El libro de la selva'. Aquí no hay animales que cantan"

    La nueva película de acción real basada en la obra de Rudyard Kipling se estrena el 19 de octubre con las voces de Christian Bale, Cate Blanchett y Benedict Cumberbatch.

    Andy Serkis (Ruislip, Londres, 1964) empezó a trabajar a finales de los 80, pero saltó a la fama en 2001 gracias a El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, primera entrega de la ambiciosa saga de Peter Jackson de la monumental trilogía de J.R.R. Tolkien. Su "Mi tesoro" como Sméagol/Gollum, el malhadado hobbit que descendía a los infiernos por culpa del Anillo Único de Sauron, todavía resuena en su voz aunque esas palabras no salgan de sus labios mientras hablamos por teléfono con él desde Madrid. Han pasado más de tres lustros desde entonces y Serkis, que en ese período ha fundado la productora especializada en interpretación con 'motion capture' The Imaginarium, ha encarnado al César de El Planeta de los Simios y ha colaborado con Marvel Studios y Lucasfilm, incluso se ha pasado a la dirección. El año pasado debutó con Una razón para vivir (2017), con Andrew Garfield y Claire Foy, y el 19 de octubre estrena Mowgli, nuevo salto a la pantalla de El libro de la selva, sobre el que hablamos largo y tendido. ACTUALIZACIÓN: finalmente estará en Netflix a partir de este viernes 7 de diciembre.

    Mowgli empezó a gestarse en Warner Bros. en 2012, con nombres como los de Alejandro González Iñárritu y Ron Howard vinculados en mayor o menor medida al proyecto. El estreno fue retrasándose poco a poco, primero para perfeccionar los efectos visuales, y después para distanciarse de El libro de la selva (2016) de Jon Favreau para Disney, que recaudó casi 1.000 millones de dólares en todo el mundo. Pero, prácticamente desde el principio de la conversación, Serkis nos adelanta que el suyo será un filme completamente distinto, más oscuro, más literario y fiel a la obra original de Rudyard Kipling. Se rodó en Sudáfrica -a diferencia de los escenarios fotorrealistas generados por ordenador de la de Favreau-, con las voces originales de Benedict Cumberbatch (Shere Khan), Christian Bale (Bagheera), Cate Blanchett (Kaa) y él mismo como Baloo, además de con Rohan Chand (Un viaje de diez metros) en la piel de Mowgli y nombres como los de Matthew Rhys y Freida Pinto en papeles de carne y hueso.

    Para su director, El libro de la selva es una obra clásica y, como tal, aguanta la repetición y las diferentes interpretaciones. "Hay que poner a un lado las ideas preconcebidas", explica. "Casi todo el mundo conoce El libro de la selva por la película animada de 1967. Y eso ha derivado en la versión más reciente de Disney con las mismas canciones y el mismo estilo; quizá un poco más oscura. Esta rompe con esos prejuicios. Y también es provocativa. E, indudablemente, aquí no hay animales que cantan". Sigue leyendo para descubrir qué cambia y por qué y échale un vistazo al espectacular tráiler de arriba.

    ¿Qué te atrajo de 'El libro de la selva' de Kipling para hacer 'Mowgli'?

    Absolutamente, fue el guión que me enviaron; el guión de Callie Kloves. Desde el comienzo, me di cuenta de que se trataba de una versión de El libro de la selva no se había visto nunca, mucho más cercana al tono del libro y una versión literaria en cierto modo. Y, junto a eso, me atrajo muchísimo el escritor y la época en que escribió el libro, con Rudyard Kipling escribiéndolo a finales del siglo XIX. No sólo era querido como autor, sino que también era hijo del Imperio británico. Y la complejidad que conlleva todo eso... Quería explorar todo eso en nuestra adaptación. La aventura de Mowgli es un complejo viaje de autodescubrimiento sobre él y sobre Kipling, nacido y criado en la India y después en Inglaterra, hasta cierto punto como un forastero. Fue todo eso, y la legitimidad de ambientarla a finales de siglo en la India colonial. Esta película se llama Mowgli por un buen motivo. Tiene a Mowgli como protagonista y trata sobre su búsqueda de identidad cuando le consideran como algo diferente.

    ¿Fue un reto rodar una película que mezclaba acción real e interpretación con 'motion capture'?

    Fue un reto enorme porque queríamos que la historia de Mowgli fuera muy auténtica, muy real y visual. No quería crear una jungla de fantasía con animales de fantasía y, por supuesto, los animales tenían además que resultar creíbles al hablar. Tenían que parecer reales. Tenían que tener una apariencia real y moverse como animales reales. Pero, al mismo tiempo, era esencial hacer que cobraran vida de una forma que creyeras que pueden hablar. Para mí, por ejemplo, diseñar un tigre que resultara real pero grabando una voz, y que fuera verosímil... Eso no funcionó. Usar interpretación con 'motion capture' fue la solución. Y el proceso de crear los animales fue todo un desafío porque, básicamente, cogimos la fisonomía de cada uno de nuestros actores... Por ejemplo, si coges a Christian Bale y quieres que se convierta en una pantera... Suponía un gran reto que vieras la cara de la pantera y la cara del actor. E hicimos eso con todos los personajes. Y después estaba la selva. Quería que pareciera real, que fuera en acción real y que no quedara como un videojuego nítido o que fuera excesivamente imaginaria.

    Hemos visto adaptaciones de esta obra recientemente. ¿Por qué esta es diferente?

    Principalmente, por dos motivos. En la película pasamos un tiempo considerable en el mundo de los hombres, así que no sólo es una historia que transcurre en la selva y que termina con Mowgli cruzando el umbral que lleva al pueblo. Su búsqueda de identidad le lleva de ser un pequeño y salvaje húerfano criado por lobos que se considera a sí mismo como tal a un adolescente que descubre que no es el caso. Acaba dándose cuenta de que tiene padres adoptivos. Y esa parte de unión y de sentirse completo pasa por integrarse en el mundo de los hombres. Y después está el conflicto entre ambos mundos. Las leyes, las reglas y las costumbres que tiene cada uno de ellos. Hay posibilidades en ambos y también bien y mal. Y en la selva hay riesgos y consecuencias reales para Mowgli. Es un lugar de brutalidad y de peligros, pero también de belleza. Aunque se trata de una película con calificación PG-13, es una cinta familiar. Pero no para niños de cinco, seis y siete años. Quizá sí para niños de nueve y diez años. Hay oscuridad en el material original; no es demasiado explícita, pero sientes el peligro y la amenaza.

    ¿Cómo supiste qué personaje pegaba más con cada intérprete?

    Piensas en los actores independientemente de los animales. La faceta animal en cada uno de los intérpretes tiene que ser fuerte. Te fijas en esa fortaleza y en cómo puede adaptarse. En el caso de Christian [Bale], que hace de Bagheera, tenía que ser muy fuerte, pero también vulnerable. Porque, en nuestra historia y en el mundo del libro, Bagheera no es una poderosa pantera de la selva. De hecho, se ha criado en el mundo de los hombres como una mascota trofeo. Y, por ejemplo, sabía que Christian podía interpretar el papel de mentor, guía y padre espiritual de Mowgli y, a la vez, reflejar todas esas complejas capas de una bestia que se ha criado por con el hombre manteniendo su poderío. Y a Benedict Cumberbatch... te lo imaginas perfectamente en el papel. En su interpretación hay poder, presencia y malicia. Pero también hay algo vulnerable porque, en el libro, Shere Khan es un tigre lisiado. No puede cazar y, por tanto, tiene que matar al ganado de los hombres para sobrevivir, lo que implica un gran peligro para los habitantes de la selva. Benedict, para mí, tenía ese equilibrio de oscuridad, amenaza y placer en la manipulación pero, cuando veas la película, te darás cuenta de que también tiene un lado sensible.

    Mi versión de Baloo es muy distinta [...] En el libro es un personaje mucho más duro. Representa al profesor y mentor físico de Mowgli. Es como un sargento que entrena al recluta. Es muy militar. Un defensor de la ley de la selva. Es fuerte y rezuma ese tipo de amor hacia Mowgli. Y, por debajo de eso, hay cariño y se preocupa por él. Pero aquí es más duro

    ¿Qué consejos le diste al reparto después de trabajar con la misma técnica de 'motion capture' en sagas como 'El Planeta de los Simios' y 'El Señor de los Anillos'?

    Es curioso porque, cuando nos sentamos para el primer día de ensayo, me preguntaron: "Andy, ¿cuál es el secreto de usar la tecnología de interpretación con 'motion capture'?". Y yo respondí: "¿Sabes? Si te soy sincero, no hay ningún secreto". Lo que haces es encarnar un personaje. No es como en El Planeta de los Simios, por ejemplo, en donde los simios aprenden poco a poco a hablar como los seres humanos. Desde el principio, la premisa era que los animales hablaran como las personas. Lo que les dije fue: "Me gustaría que aportarais la máxima presencia física que podáis mientras estemos juntos". Mowgli se rodó de una forma muy concreta, ligeramente diferente a El Planeta de los Simios. En El Planeta de los Simios, todos los actores estaban en el set en todo momento durante los cinco meses de grabación porque éramos actores interpretando personajes humanoides. En este caso, tuvimos con nosotros a los actores más solicitados durante tres semanas y grabamos todas las escenas con Mowgli. Aportaron cierto grado de presencia física, pero capturamos con cámaras todas sus expresiones faciales. Quería que se sintieran cómodos y que se entregaran físicamente, sabiendo que los animadores completarían después sus movimientos. Porque, por muy buen trabajo que hagas, sólo puedes interpretar hasta cierto punto a una pantera, a un tigre o a un oso, dado que son animales cuadrúpedos. Lo más importante fue permitirles descrubrir y sacar fuera los personajes que estaban escritos en el guión. Todos son actores maravillosos. Todos ellos. Simplemente quería crear un ambiente adecuado para que trabajaran lo mejor posible.

    ¿Siempre supiste que ibas a hacer de Baloo además de dirigir?

    No. Cuando empezamos, no pensaba interpretar ningún personaje. Sólo iba a dirigir. Cuando estábamos en medio del proceso de 'casting' para los otros animales, los productores me dijeron: "Andy. Es absurdo si tú interpretas personajes usando 'motion capture'. ¿Por qué no haces de Baloo"? Pero no lo hice a propósito. Buscamos a otros actores para el papel. Pero estoy muy contento de haberlo hecho. Me gustó mucho interpretar el papel. Es una versión muy distinta de Baloo de la que la gente espera. En el libro, de nuevo, es un personaje mucho más duro. Representa al profesor y mentor físico de Mowgli. Es como un sargento que entrena al recluta. Es muy militar. Un defensor de la ley de la selva. Es fuerte y rezuma ese tipo de amor hacia Mowgli. Y, por debajo de eso, hay cariño y se preocupa por él. Pero aquí es más duro.

    ¿Qué opinas de las versiones más familiares de 'El libro de la selva'?

    El libro de la selva es una obra clásica. Y las grandes obras, libros, películas u obras de teatro, aguantan la repetición y las diferentes interpretaciones. Hay que poner a un lado las ideas preconcebidas. Casi todo el mundo conoce El libro de la selva por la película animada de 1967. Y eso ha derivado en la versión más reciente de Disney con las mismas canciones y el mismo estilo; quizá un poco más oscura. Esta rompe con esos prejuicios. Y también es provocativa. E, indudablemente, aquí no hay animales que cantan.

    Si coges una obra increíble de Shakespeare como Hamlet, puedes ver a Mark Rylance haciendo de Hamlet, a Benedict Cumberbatch, a James McAvoy... Resisten la reiteración porque están sujetas a la interpretación [...] Llevamos seis películas de Spider-Man y la gente todavía va a verlas.

    Llegará un momento en el que la 'motion capture' será una gran herramienta del siglo XXI con la que los actores podrán interpretar cualquier personaje. Literalmente. Y a través de múltiples plataformas. No sólo en grandes 'blockbusters', sino también en televisión, videojuegos, realidad virtual, realidad aumentada...

    ¿Cubre también el filme 'El segundo libro de la selva'? ¿Te gustaría que fuera una franquicia?

    Inicialmente, Callie Kloves, la guionista, había planeado cuatro historias que llevarían a Mowgli a su edad adulta en un recorrido bastante dificultoso. Si habrá o no otra entrega... Disney está preparando otra... Es un asunto a tener en cuenta. Pero, por el momento, Mowgli es una película independiente. Ya veremos.

    ¿Cuál es el futuro de la interpretación con 'motion capture'?

    Es muy interesante de donde viene y hacia donde se dirige. Cuando empecé en El Señor de los Anillos, creo que había mucha incomprensión sobre el tema. La gente no entendía que en el fondo que se trataba de un actor interpretando. Con una gran importancia de los efectos visuales, por supuesto, pero el núcleo de la interpretación estaba motivada por las decisiones del actor. Eso ha cambiado en los últimos... ¿Han pasado 18 años desde que hicimos El Señor de los Anillos? Ha habido muchos avances tecnológicos, especialmente con El Planeta de los Simios. Introducir la 'motion capture' en la acción real y destacar en efectos reales ha sido un enorme avance. Pero los grandes cambios están por venir. Llegará un momento en el que será una gran herramienta del siglo XXI con la que los actores podrán interpretar cualquier personaje. Literalmente. Y a través de múltiples plataformas. No sólo en grandes 'blockbusters', sino también en televisión, videojuegos, realidad virtual, realidad aumentada...

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