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    Lars Kraume (‘La revolución silenciosa’): "La ficción nos ayuda a darle sentido a la vida"

    Tras 'El caso Fritz Bauer', el cineasta regresa a los traumas de su país con esta historia sobre unos estudiantes en la Alemania del Este socialista.

    Tras El caso Fritz Bauer, donde Lars Kraume trataba la figura del fiscal Bauer en su lucha judicial para encausar a los mandatarios nazis que había huido a mejor vida tras la Segunda Guerra Mundial, el cineasta alemán se atrve en La revolución silencios a a retratar la represión socialista en la Alemania del Este a través de la historia de un grupo de estudiantes que sufre las consecuencias de apoyar con un minuto de silencio en clase la revuelta en las calles de Budapest contra la opresión de la URRS. Basada en la novela del escritor Dietrich Garstka, hablamos con Kraume sobre esta cinta, que llega hoy a las pantallas españolas. 

    ¿Cómo llegaste a conocer la historia de 'La revolución silenciosa', que de alguna manera prefigura lo que llegará a ser la terrible represión del bloque socialista alemán?

    Lars Kraume – Conocí la historia por el libro de Dietrich Gratska, que leí por primera vez hace como unos 12 años y comencé a pensar en adaptarlo siete años más tarde, cuando ya me encontraba trabajando en El caso Fritz Bauer. El período histórico tras el Tercer Reich y la guerra me comenzó a interesar, y fue cuando volví al libro de Gratska. Pensé que podría ser interesante hacer estas dos películas, porque de alguna manera proponen las mismas preguntas: ¿cómo la sociedad se sobrepone al fascismo y opta por una u otra forma política? En el caso del Oeste, estaba la democracia capitalista, y en el Este, el socialismo. Escribí los dos guiones y primero rodé el biopic de Bauer y luego, la otra.

    Studio Canal

    Las películas que revisaban la historia reciente de la República Federal Alemana son más frecuentes en el cine que aquellas que ahondaban en la Alemania socialista, auqnue en los últimos años han aparecido muchos filmes que se centran en ese territorio. ¿A qué cree que es debido?

    Lars Kraume – En la RDA sí se hicieron películas sobre su presente, pero muchas se prohibieron y se olvidaron. Es extraño porque sí llegaron a filmarse, pero una vez acabadas las autoridades las censuraron. Por suerte, tras la caída del muro, esos trabajos han podido viajar y verse en el extranjero, y tal vez por eso tenemos ahora la sensación de que nos llegan más cintas sobre ese período.

    ¿Llegó a trabajar con Gratska en la adaptación de su libro? ¿Qué impresiones tuvo al ver la historia de 'La revolución silenciosa' en la gran pantalla?

    Lars Kraume – Creo que para él fue una experiencia muy intensa, porque este incidente transformó por completo su vida. Tuvo que vivir con ello a lo largo del resto de su vida y no creo que sea casual que luego se convirtiera en maestro. Cuando dejó de trabajar escribió el libro, de repente yo entré en su vida y transformé esas vivencias en una película. Digamos que mi rol en este filme es de colaborador, porque siento que solo he trasladado su historia al lenguaje del cine. Justo antes de morir, Gratska pudo ver la película y creo que le tocó de manera muy profunda, porque me dijo que era muy fiel a lo que vivió. Recuerdo que en el estreno hizo un discurso muy emotivo sobre el hecho de ser joven, sobre esa hambre de experiencias y de conocimiento que se tiene cuando uno es joven. En fin, luego murió, pero estoy seguro que de que le satisfizo mucho la manera en que la película fue cogiendo vuelo tras el estreno en Berlín. 

    ¿Cómo trabajaste el arco narrativo de los personajes con el reparto? El cambio por el que transitan los personajes, de esa rebeldía inocente a enfrentarse a unos hechos tan crudos es difícil de reflejar en una interpretación.

    Lars Kraume – Todo estaba en el guion. Los personajes, sus transformaciones, sus crisis... Pero también fue muy importante el casting. El casting, en mi opinión, es uno de los procesos más importantes de la producción, porque si fichas a un actor que resulta que no es el adecuado, se te desajusta el equipo. Por ejemplo, el personaje de Erik, que siente tanta rabia… Pues si hubiera escogido para ese papel a otro chico de carácter mucho más calmado, como Tom Gramenz no creo que lo hubiera bordado porque no tiene esa energía depresiva que si está en Jonas Dassler. Tom es un chico muy majo y agradable y no es como Jonas, que es una bomba de relojería. Así que creo que es muy importante saber escoger los actores para los papeles. No todo el mundo puede interpretar según qué personajes.

    El casting es uno de los procesos más importantes de la producción. Es muy importante saber escoger los actores para los papeles. No todo el mundo puede interpretar según qué personajes.

    Además del interés por lo sucedido en la década de los 50 en tu país en términos históricos, ¿qué te movió personalmente para abordar tanto la figura de Fritz Bauer como la historia de 'La revolución silenciosa', en el sentido de que son películas que trabajan la cuestión de la memoria histórica?

    Lars Kraume – Cuando comencé el guion de Fritz Bauer, la historia de este hombre me afectó muchísimo, porque crecí en Frankfurt, en el seno de una familia católica del oeste alemán. Nací en 1973, solo 5 años después de la muerte de Fritz Bauer y en mi pueblo nunca nadie habló de él. Nadie parecía conocerlo. Luego está la cuestión de la culpa. Si eres un alemán católico o cristiano, está la cuestión de la culpa muy presente en tu vida. Mientras estaba escribiendo la historia de Bauer, conocí a Olivier Guez, un novelista francés que proviene de una familia judía, que entonces me preguntó lo mismo: ¿por qué quieres hacer esta película? Y le respondí que tenía la necesidad de quitarme de encima el sentimiento de culpa y de enfrentarme a lo que supuso el Holocausto en mis propios términos. Y cuando me encontré con la historia de Gratska, sentí que encajaban a la perfección a pesar de que es una película en la que sólo he ejercido de colaborador. Sí que hay cosas personales mías en el filme, que siento como propias. Estoy pensando en cómo el personaje de Theo se enfrenta al mundo adulto. Cuando eres un chaval, si no pasas por esas etapas de iniciación, de rebeldía y de enfrentamiento no consigues transformarte en un hombre adulto. Hay mucha gente mayor que todavía se comporta como niños porque no fueron capaces de encontrar su propia voz y su propio lugar en el mundo.

    Cuando eres un chaval, si no pasas por esas etapas de iniciación, de rebeldía y de enfrentamiento no consigues transformarte en un hombre adulto.

    ¿Cree que el cine puede ayudar a las nuevas generaciones a comprender la historia y a recuperar la memoria histórica?

    Lars Kraume –  Absolutamente. Creo que la ficción, sea a través de los libros, el teatro o el cine, nos ayuda a darle sentido a la vida. Al presente, al pasado o al futuro. A comprender de donde venimos y a saber qué podemos aprender del pasado para mejorar el futuro.

    Tu próxima película: ¿mirará al futuro o volverá otra vez hacia el pasado?

    Lars Kraume – Es de nuevo una ficción histórica. Estoy preparando una serie sobre la escuela de arquitectura de la Bauhaus. La primera temporada explica cómo se fundó la escuela de Mies van der Rohe.

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