Disney+ ha estrenado una de las mejores películas del año y muy pocos se han dado cuenta

Es quizás una de las películas más injustamente tratadas este año. Se estrenó en el Festival de Venecia y con toda la crítica a sus pies, la cinta ni siquiera logró cubrir costes a pesar de ser una de las mejores producciones del año.

Se trata de El Último Duelo, la epopeya medieval de Ridley Scott. Cuenta una historia de violencia medieval contra la mujer, narrada desde tres perspectivas: la del marido, la del asaltante y la de la víctima. Una brillantísima película sobre la supervivencia y sobre cómo se puede distorsionar la verdad para que la mentira se convierta en la historia válida. Ahora está disponible en Disney+ donde merece la pena rescatarla. Puedes consultar las novedades de la plataforma de 'streaming' en nuestra Zona Disney.

La película supone un viaje cinematográfico en el tiempo al siglo XIV con toda su crudeza.Tiene todo para ser una de las mejores producciones del año: además de su guión y su pootencia visual, la historia ofrece una traición brutal, una heroína poderosa y admirable, una historia basada en hechos reales perfectamente documentada, unas escenas de acción y violencia asombrosas y un elenco excepcional con Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer y Ben Affleck como protagonistas. Además, Damon y Affleck también son guionistas -junto a Nicole Holofcener-, y cada uno de ellos se encarga de escribir el papel de un personaje.

Además, el veterano director, que siempre se ha caracterizado por retratar unos personajes femeninos muy poderosos, ha hecho en esta película un alegato feminista muy necesario, y hace justicia a un personaje real, Margueritte de Carrouges (Jodie Comer), maltratado por la historia y a la que durante siglos se ha considerado que mentía, a pesar de que los hechos documentados demostraban su verdad.

Catedráticos de historia medieval, expertos en armas históricas y un arduo trabajo de documentación están detrás de esta película con una peculiar estructura, ya que cuenta tres películas en una sola. La historia que recoge Scott retrata el que es considerado el último duelo de la Francia medieval.

La descubrió Matt Damon al leer el libro de Eric Jager, profesor en UCLA y Columbia de Literatura medieval- titulado El Último Duelo: Una historia real de crimen, escándalo y juicio por combate en la Francia medieval. Su autor pasó más de 10 años investigando crónicas de la época, registros legales y registros históricos centenarios. Incluso pudo ver el manuscrito original del testimonio legal que se conserva en un pergamino del siglo XIV.

Y encontró que la historia no fue exactamente como la habían contado. “Descubrí que lo que los juristas e historiadores llevaban siglos diciendo, que Marguerite [el personaje de Comer] mintió, era falso”. Y sintió que había que hacer justicia por Marguerite de Carrouges, que se lo jugó todo y se arriesgó a una muerte horrible, pero optó por defender la verdad y su honor hace más de 600 años y que es un magnífico homenaje a los supervivientes y a todos aquellos que luchan en silencio pero con firmeza a lo largo de la historia.

Para que el retrato permitiera devolverle la dignidad que los hechos demostraban y que le fue robada, varias organizaciones ejercieron como asesoras sobre la historia del abuso sexual, las consecuencias y la recuperación de las víctimas.

Pero nada de esto que le llevó a estar en las quinielas de los Oscar ha sido valorado por la audiencia que le dio la espalda en su estreno en los cines, y le llevó a convertirse injustísimamente en uno de los mayores baacazos de la historia reciente del cine. La película que costó más de 100 millones de dólares apenas ha logrado recaudar poco más de 30 millones de dólares.

El propio Ridley Scott aseguró que los responsables de este batacazo eran los milenials y sus hábitos de consumo muy ligados al móvil. Y recordó que grandes películas de la historia del cine, como Blade Runner, no fueron precisamente un éxito de taquilla ni de crítica.

Aunque hubiera merecido la pena verla en una pantalla grande porque su potencial visual lo merece, mejor en casa, que perder la oportuidad de disfrutar esta magnífica sesión de cine con las que nos deleita Ridley Scott.