Daniel Guzmán regresa a la dirección y lo hace con Canallas, su nuevo trabajo que llega a las salas de cine mañana viernes, 1 de abril. Esta comedia irreverente y atrevida, que debutó hace tan solo unos días en la 25ª edición del Festiva de Cine de Málaga, está protagonizada por Luis Tosar, el propio Guzmán y Joaquín González, quien debuta como actor en el papel protagonista de la cinta.
Tres amigos de toda la vida, estafas, un engaño detrás de otro y una familia. Canallas sigue a Brujo y Luismi, dos amigos que después de muchos años vuelven a reencontrarse con Joaquín, un amigo de la infancia que dice tener una vida que no es real. Una serie de acontecimientos inesperados y situaciones disparatadas, que involucrarán a todo tipo de personajes, harán de la vida de los protagonistas toda una montaña rusa en la que deberán utilizar todas sus artimañas si quieren salir ilesos.
![Canallas](https://es.web.img3.acsta.net/c_310_420/pictures/22/02/28/12/19/5222441.jpg)
El largomatraje es el segundo trabajo dirigido por Guzmán, quien asegura haber sido un "proyecto durídisimo". Después de muchos años, al fin Guzmán saca a la luz este ambicioso proyecto que para muchos fue un disparate, pero él confío desde el minuto uno en la propuesta que quería llevar a cabo y lo quería mostrar al espectador.
Ya no se hace un cine así tan personal, pero a la vez tan popular y hablando de un estrato social muy concreto , de unos personajes muy concretos. Levantar este proyecto ha sido muy difícil
Guzmán ha contado con Joaquín González, amigo suyo de toda la vida, y de la que la trama de la película bebe en gran medida. "Le dije a Joaquín: 'Si contáramos solo el 10% de todo lo que nos ha pasado en nuestra vida y la gente se ríe tanto como nosotros, esto va a estallar", recuerda Guzmán. La elección de Joaquín fue una de las grandes piedras en el camino a la hora de desarrollar el proyecto, ya que nadie apostaba por él. "A mi nadie me quería, y él tuvo que luchar mucho para que estuviera, por eso hay que gente de cierto nivel en la película, para que yo pudiera estar en ella", desvela Joaquín.
El gran dilema, y lucha, entre director y protagonista fue tratar de encontrar el punto intermedio entre actuar y ser uno mismo. Guzmán trataba muchos momentos y lugares imaginarios en los que planteaba a Joaquín situaciones hipotéticas para que a partir de ahí él pudiera desarrollar qué haría en la vida real, sin embargo, a la hora de grabar, la ficción se imponía en la realidad. "Me he bloqueado muchísimo en el rodaje, pero ahora me veo y digo: 'qué bien estoy', pero ha sido gracias a él, que es quien ha hecho esto", asegura Joaquín, quien reconoce no querer volver a hacer cine pero que no descarta probar suerte con el teatro.
Añadido a la presión de ser su primer trabajo, Joaquín contaba con otros grandes retos: trabajar con su familia, y con actores como Luis Tosar, a quien ya conocía anteriormente y con quien tenía una estrecha relación. Para Tosar, forma parte de este trabajo ha sido una de las mejores experiencias laborales y personales de su vida: "No me he reído más en toda mi vida, de verdad. Ha sido un rodaje dificil para Dani (Guzmán), pero ha hecho una película muy diferente a todo lo que hay ahora en el panorama de la comedia".
Esta película va a la contra del cine de ahora, el cine convencional. He intentado no parodiar y alejarme de formulismos y convencionalismos
Canallas es diferente a todo lo que a comedia se refiere, Guzmán ha apostado de nuevo por un tema muy personal y un trabajo que desde el incio tenía claro que seguiría adelante con él. "Cuando le presenté el proyecto a Luis (Tosar) le dije:'¿No te parece una barbaridad?', y el me dijo: '¿Estás loco? Esto es lo que todo el mundo quiere hacer pero nadie se atreve'", recuerda el director.