Seguro que has escuchado el término lujo silencioso en los últimos meses. Bueno, y si no lo has hecho yo vengo por aquí a explicarte de qué se trata guiándonos por el personaje de Shiv Roy en Succession.
Sin embargo, para comenzar, te pido que te remontes a hace ya unos años, más de los que me gustaría admitir. Concretamente al estreno de Titanic en 1997, 1998 en España. Seguro que te acuerdas del personaje adorable de Molly Brown, interpretado por Kathy Bates, y de cómo la madre de Rose la catalogaba como nueva rica con desdén. Este concepto se suele asociar al mal gusto, porque se asume que una persona que tenga posibles de forma más reciente lo que va a pretender es presumir de ello. ¿Cómo trasladamos eso hoy en día al mundo de la moda? Pues va asociado a la logomanía y a todo aquello que hace de una prenda u accesorio algo extremadamente reconocible.
Este estilo tuvo mucha presencia en los años 2000, una tendencia de vuelta actualmente y totalmente contrapuesta al lujo silencioso, y también a mediados de la década pasada, cuando destacaba un complemento por excelencia: el cinturón con la doble G de Gucci y si afinamos un poco más, los neceseres de los futbolistas.
En contrapunto con esa influencia dosmilera, lo que se nos presenta desde hace un par de años y con más fuerza desde hace unos meses, es esto que con maestría retrata nuestro personaje protagonista y que además va de la mano del auge de la estética conocida como 'old money' en contrapunto a eso de nuevo rico. Algo muy aspiracional y una tendencia lógica teniendo en cuenta el contexto social, político, económica y cultural en el que estamos.
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El lujo silencioso: camisetas básicas a 600€
El lujo silencioso se identifica con una frase tan popular como la de dar una guantada sin manos, así, como suena, para que contraste. Es una forma de decirte pobre hasta en esperanto. Bueno, no, tampoco es eso, pero es que estamos hablando de vestir de forma discreta, modesta y a la moda a la vez que sobria con, por ejemplo, camisetas básicas de manga corta que pueden costar desde 600 euros, como sucede con The Row, la firma de las Olsen. Sí, sí, ¿recuerdas que Elizabeth, la prota de la serie que nos moríamos por ver este 2023, tiene dos hermanas que también eran actrices?
Otras marcas que se asocian a este término son Brunello Cucinelli, Delvaux, Monse, Loro Piana o Polène. Si nos vamos a algo dentro del lujo, pero más mainstream, podemos ver diseños de Loewe, Tom Ford o Max Mara, por ejemplo. ¿Recuerdas aquello que decían de que Steve Jobs siempre iba vestido igual y con ropa supersencilla? Pues mira, sí y no, porque tenía mucho de esto.
En Succession, como en todas las series, el vestuario de sus personajes va evolucionando con ellos, dependiendo de la parte personal de estos y de las situaciones a las que se enfrenten. En el caso de Shiv Roy (Sarah Snook) la vemos con prendas de prácticamente todas las firmas que mencionaba antes y con una paleta de colores que se centra en los neutros y en los tonos que tienen las piedras preciosas, creando looks monocolores o en la misma gama tonal. Roy no necesita aparentar porque todos saben de quién se trata en cada momento y lo que ello implica.
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Al tratarse además el personaje de Shiv de una mujer que se mueve, tanto en su familia como profesionalmente, en un mundo tradicional y socialmente asociado al hombre, busca emular con sus estilismos a ellos y a la vez protegerse, de forma más o menos inconsciente, y alejarse de cualquier debilidad que vaya de la mano de lo femenino en cuanto a la moda. No hay más que pensar en el argumento de Una rubia muy legal para caer en aquello de lo que te estoy hablando. Responder a una serie de estereotipos de entrada te encasilla, por supuesto, en otros.
Conforme las temporadas avanzan vemos a la protagonista en diferentes escenarios, incluido un viaje a La Toscana donde se sale del patrón que hemos comentado y apuesta por opciones mucho más en línea con la situación que vive. Y quiero contarte más cosas, pero es que estoy ya en la fina línea de lo que es spoiler y lo que no.
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Sin duda, al igual que alabamos el trabajo de vestuario de Patricia Field en Sexo en Nueva York, algo que fue una revolución cuando se estrenó la serie y de lo que se sigue hablando más de 20 años más tarde, el trabajo que hace en Succession Michelle Matland es digno de mención.
Shiv Roy no solo queda definida por su actuación, a cargo de Sarah Snook, sino que también el trabajo impecable de vestuario es parte del proceso de creación de su rol. Crear un personaje es enfrentarse a un lienzo en blanco y completar un perfil de alguien ficticio al que conoces mejor que a ti mismo y cada detalle contribuye a que luego su desarrollo sea redondo y convenza al espectador.
