Mi cuenta
    'Los Bridgerton' no ha triunfado por sus cotilleos, sino porque ha sabido contar algo que nadie más hacía
    Cristina Sobrino
    Cristina Sobrino
    -Redactora de 'lifestyle'
    Periodista de lifestyle y moda. Fan de los desayunos de hotel y hater del vinagre de Módena. Un poco chica tres 60. Me gusta adentrarme en los rincones recónditos de la cultura pop

    La visión de la mujer se hace necesaria para crear ficciones que nos enseñen a mirar desde otro prisma la realidad

    El "show business" es machista como prácticamente todos los ámbitos sociales y profesionales. Sin embargo, por su poder, es extremadamente importante ofrecer un contenido ejemplar sin que esto sea sinónimo de querer gustar a todas, porque sí, a mí tampoco me encaja el personaje de Che Díaz, interpretado por Sara Ramírez, Callie en Anatomía de Grey, en And Just Like That… ¿Qué la intención era buena? Pues sí, ¿que no es muy creíble y que están intentando meterlo todo con calzador? También. Eso sí, qué bien les vino la muerte del personaje de Big para deshacerse de Chris Noth justo cuando salieron a la luz las acusaciones sobre sus supuestas agresiones sexuales. Oye, pues lo mismo no ha sido tan casual y lo menos malo era crear esa escena del mensaje de texto de Samantha… Bueno, bueno, que me ando por las ramas, como siempre.

    And Just Like That
    And Just Like That
    Fecha de estreno 2021-12-09 | 42 min.
    Series : And Just Like That
    Con Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon, Kristin Davis
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    En cualquier caso, lo que hoy quería comentar es la llegada, de forma más constante y visible, de la mirada femenina al cine y la televisión, ya sea vía producción, guion o dirección. Por fin una mujer es la que toma las decisiones, muchas veces perteneciente además a una generación que ya ha crecido con otros valores en cuanto a su papel en los diferentes planos de la vida. Porque al igual que el porno, del que estoy en contra, que se supone que nos tiene que gustar a nosotras, las series y pelis dirigidas a mujeres estaban hechas en su mayoría desde un enfoque masculino, por lo que verdaderamente el reflejo que veíamos, y seguimos viendo en muchos casos, cumplía con la visión heteropatriarcal en cuanto a cuestiones físicas, emocionales y relacionales. De ahí el concepto de la "pick me girl" tan presente en producciones de los 2000, por ejemplo.

    Shonda Rhimes, con su participación en Los Bridgerton y en el "spin off" de La Reina Carlota, que incluso ha inspirado la última colección de Stradivarius, es una de las que está aportando su granito de arena en ese sentido. Aunque estas series están basadas en libros, mucho de lo que gira en torno a las relaciones que retratan e incluso a la elección del elenco está claramente marcado por decisiones femeninas para conquistarnos a nosotras. Por muy machirulo que pueda parecer el vizconde en un principio, algo más acorde también a la época en la que se desarrolla la trama, es un personaje redondo que va evolucionando y que aprende a reconocer el porqué de sus problemas a la hora del compromiso exteriorizándolo además de forma más o menos clara con su madre, con sus hermanos y con la que más adelante será su esposa.

    Esto mismo sucede también en Normal People, serie basada en la primera novela de la escritora irlandesa Sally Rooney, a pesar de tratarse de una pareja joven con problemas de comunicación. Vemos cómo el personaje de Connell se va desarrollando y evoluciona conforme pasan los años, cómo su madre se enfada con él cuando ve cómo trata a Marianne, cómo decide pedir ayuda cuando empieza a abrirse y que no tienen una relación verdaderamente consolidada e igualitaria hasta que los dos se encuentran en equilibrio en sus vidas personales. Si es que tampoco pedimos tanto.

    También lo vemos en La vida secreta de las universitarias, cuya cabeza pensante es la comediante, guionista, productora y muchas cosas más Mindy Kaling, mi querida Kelly de The Office. Cuatro chicas que no necesariamente responden a ciertos cánones de belleza o poder normativos en plena efervescencia vital llegan a la universidad a exprimir la experiencia al máximo y se repasan diferentes planos de sus vidas, incluida la obvia y vemos cómo se forma parejas, más o menos duraderas, que no atienden necesariamente a determinados clichés.

    Y por supuesto, en una de mis películas de terror favoritas sin serlo, Una joven prometedora. El miedo de una mujer por ser mujer reflejado de muchas formas distintas. Me gustó enormemente a pesar de la incomodidad en la sala, tanto que daba para un momento tipo "Juan, las caras, graba las caras" y es que a veces tiene que ser así.

    Dar ejemplo es una forma de marcar la diferencia y un negocio que mueve millones y millones y millones al año no es un mal lugar para hacerlo, pero es importante que quienes tienen las claves puedan llegar a esos lugares.

    La educación va más allá de lo que vemos en casa, pero no es un mal lugar para comenzar.

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