La primera temporada de Pesadilla en la cocina consiguió salvar a dos restaurantes, que ahora cosechan grandes éxitos. El Bodegón de Sancho y el Sagar son los únicos negocios que siguen abiertos una década después. Los participantes de esta edición fueron 12, entre los que destacó un japonés con toque andaluz: Osaka, que Alberto Chicote rebautizó como To-toro.
El 13 de diciembre de 2012 se emitió el octavo capítulo de Pesadilla en la cocina en el que el protagonista era un restaurante muy característico de Málaga. Los dueños de Osaka pidieron ayuda al equipo de Chicote porque tenían dificultades para atraer a la clientela, a pesar de estar en una de las zonas más concurridas de la ciudad. Este programa fue visto por 2.479.000 espectadores, con una cuota del 12,4%.´
Chicote analizó la situación del Osaka en el que lo más llamativo era la nula capacidad de control de su dueño Ángel Pan. Este joven de 26 años intentaba sacar adelante el restaurante que era de sus padres hasta que se separaron. Sin embargo, la falta de madurez del dueño y su nula experiencia en hostelería hacían una combinación explosiva que estaba evocada al fracaso. Algo que intentó frenar el conocido chef.
El equipo de Pesadilla en la cocina reformó el local y le dio un toque "ibérico" y "andaluz", que no dejó indiferente a la clientela. Además, los consejos de Chicote al dueño hizo que la relación con sus empleados fuese mejor de lo esperado e incluso le cambió de nombre al ponerle To-Toro. De hecho, Osaka remontó los primeros meses tras el paso del exitoso programa pero no duró mucho tiempo.
La taberna de Sevilla que triunfa tras participar en 'Pesadilla en la cocina': "Hicimos una mezcla de lo suyo y lo nuestro"La crisis económica terminó con el sueño de Ángel Pan
El cierre de Osaka llenó los titulares de los medios locales en junio de 2013. Los cambios no surtieron el efecto deseado y por eso, ha tenido que cerró sus puertas en busca de un nuevo dueño. El dueño describió el local como "muy céntrico, todo equipado para entrar a trabajar" y lo traspasaba por 42.000 euros en páginas de segunda mano. Todo parece indicar que fue culpa de la crisis económica y no del paso de Chicote por las cocinas de Osaka.
"El fin del único japonés con fusión mediterránea de Ronda", señaló el propietario a través del Facebook del restaurante. Asimismo, desde el restaurante han querido agradecer el trato recibido por los clientes: "Un saludo y gracias a todos nuestros clientes, y a los que tampoco se dignaron a venir, espero que algún día prueben esta maravillosa comida sin prejuicios".
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