La nueva serie de acción real de la saga Star Wars acaba de debutar en Disney+ lista para explorar territorio inexplorado hasta la fecha: los dos primeros episodios de The Acolyte, una ficción novedosa que se anunció hace cuatro años y lleva todo este tiempo gestándose con sumo cuidado, ya están disponibles en el catálogo de la plataforma de 'streaming' para su posterior emisión semanal.
Desarrollada por Leslye Headland (Muñeca rusa) y protagonizada por Amandla Stenberg en el doble papel principal, The Acolyte ha asumido la ambiciosa misión de situarse en el primer lugar de la cronología de una franquicia que ya tiene 47 años: 100 años antes de los acontecimientos narrados en Star Wars: Episodio 1 - La amenaza fantasma, en un periodo conocido como la Alta República y en el que la Orden Jedi estaba en su máximo esplendor de importancia y poder.
"Darle la vuelta a las cosas y que fueran los Jedi los que estaban en el poder y los Sith los que estaban en minoría simplemente me pareció una buena manera de comenzar", explicaba la showrunner de la serie a SensaCine en su reciente visita a Madrid para la promoción de la serie. Y no se equivocaba: la ejecutiva de Lucasfilm Kathleen Kennedy, para su sorpresa, compró su idea desde el primer momento.
Estrenada en un momento en que las series de acción real ya son una pieza más de la saga Star Wars y canon absoluto de la franquicia, de The Acolyte ya se había señalado que capturaba un poco la esencia de las dos ficciones más elogiadas hasta la fecha, The Mandalorian y Andor, pero, al contrario que otros títulos de la franquicia, su particular posición en la cronología les ha permitido una mayor libertad. Así, Headland se ha servido de multitud de elementos de la longeva saga galáctica que harán las delicias de esos fans a los que no se les pasa por alto ni un solo detalle, pero, al mismo tiempo, se posiciona como una entrada perfecta a la franquicia no solo por su condición de ser la primera, sino porque permite seguir la historia a cualquier espectador, tenga o no tenga ningún tipo de relación con Star Wars.
"No teníamos que preocuparnos por pisar nada de lo que otros talentosos creadores estaban haciendo", explicaba Headland sobre la comodidad creativa que le permitía el lugar cronológico de The Acolyte. Del mismo modo, la distancia de la serie al respecto de la línea temporal de las películas también permite que pueda seguir explorando esta historia por más tiempo. Y sin duda ese es el plan.
La creadora de The Acolyte ha dicho en más de una ocasión que siempre había pensado en la serie como una historia de varias temporadas, pero también se ha curado en salud a la hora de diseñar un final: nadie tendrá que pasarle la hoja de reclamaciones si finalmente no logra su objetivo y acaba siendo una serie de una única temporada. Para ello, la clave era hacer un final de temporada que fuese bueno y, para ser bueno, bastaba con que cumpliese dos requisitos:
Una buena temporada debe servir para ambas cosas. Será un buen final en el que nadie va a sentirse engañado como espectador
"Deberías llegar al final de una temporada y sentir que has visto una historia completa: un principio, un desarrollo y un final, asegura. "Pero también creo que en una buena temporada hay suficientes cosas esparcidas que todavía permanecen como interrogantes. Pequeños detalles o revelaciones de personajes".
"En el final de nuestra temporada diría que tal vez hay tres o cuatro cosas sobres las que en una segunda temporada realmente querrías saber más", promete. Pero, al mismo tiempo, nadie sentirá que la historia queda inconclusa si finalmente no hubiera temporada 2.