Odiosos, malos, dañinos, malignos, depravados, manipuladores, asesinos… Para definir a la gran mayoría de los personajes que pueblan La Casa del Dragón hay que buscar adjetivos con los que referirse a las personas más inmundas del mundo. Pero aquí hemos venido a jugar y esa es la gracia de la serie y del mundo creado por George R.R. Martin: disfrutar viendo cómo un grupo de personajes se traicionan y se matan entre ellos. Para mayor goce de la ficción de HBO Max hay que quitarse todos los filtros que nos permiten vivir en sociedad y rebajarse. La dinámica es, básicamente, la de elegir a tu criminal de guerra favorito y apoyarlo hasta el fin como si te fuera la vida en ello.
La Casa del Dragón se regocija mostrando una retahíla tremendamente interesante de personajes. Ver cómo utilizan su inteligencia a la hora de obrar el mal es una auténtica delicia porque eso es lo que quieres: oponentes a la altura del que has coronado como tu favorito. No tendría gracia si no fuera así. Pero, de todos los demonios que toman parte en la precuela de Juego de Tronos, hay uno que me saca de quicio. No porque crea que es un contrincante potente o demasiado listo, si no por todo lo contrario. Porque es, ¿cómo decirlo finamente?, un gilipollas tonto del culo. Estoy hablando de Criston Cole.
Cuando Otto Hightower manipula en las sombras desde el primer episodio, su hija Alicent es lo bastante lista como para conseguir que su hijo se convierta en rey ocultando la muerte de Viserys. Por otro lado, Mysaria ha creado una red de espías con la que estar al tanto de todo lo que se cuece en palacio y Rhaenyra Targaryen supo aliarse con su tío Daemon para fortalecer su futura sucesión al trono. Mientras todo esto pasa, es irritante ver cómo Criston Cole actúa desde un despecho que lleva décadas sin superar.
Admito que, antes de que Rhaenyra le rechazara, era uno de mis potenciales favoritos. Pero después de no aceptar que la joven protagonista se decantase por sentarse en el Trono de Hierro en lugar de fugarse con él, se ha equiparado con la cucaracha más asquerosa que puedes encontrarte en el suelo del baño más mugriento. Criston Cole es el vivo reflejo de aquel hombre que se pasa toda una noche regalándole los oídos a una mujer hasta que ella le dice que no quiere nada con él y pasa de ser el ser más bello a la mayor "zorra malcriada" del reino. Posiblemente, todo aderezado con unos tremendos "mommy issues". No hay más que ver cómo ha pasado de besar los vientos por Rhaenyra a hacerlo por Alicent en cuanto esta última le ha hecho caso.
Son muchos los improperios que he gritado a la pantalla con la simple presencia de Criston Cole en ella. Podría crear elaborados insultos para referirme a él, pero no se merece ni un ápice de mi esfuerzo. Creo que la mejor forma de responder a su mera existencia es con esa pregunta de una madre a una hija que se hizo viral: "¿Eres tonto? ¿Te gusta ser tonto?". Y sé que, en mi tremendo odio hacia él, no estoy sola. Solo hay que echar un vistazo rápido a las redes sociales:
Incluso Fabien Frankel, el actor que interpreta al personaje, parece estar al tanto de lo que provoca Criston Cole en los espectadores de La Casa del Dragón. El intérprete compartió esta publicación en los stories de su cuenta de Instagram en 2023:
Si has visto Chicas malas habrás pillado la referencia. En la película protagonizada por Lindsay Lohan, Regina George (Rachel McAdams) crea, en un diario en el que ella y su grupo de amigas se meten con la gente del instituto, una página en la que pone una foto de ella misma y se critica para vengarse de la protagonista. En la recreación con Criston Cole pone: "Este hombre es la perra más desagradable que he conocido. No confíes en él. Es una puta asquerosa".
Lamentablemente, la gente no sabe diferenciar y separar entre actor y personaje y Fabien Frankle, quien da vida a Criston Cole en la serie, ha tenido que limitar sus comentarios en Instagram debido al acoso que está sufriendo por parte de los fans.
En definitiva, y como ha descrito tremendamente bien el usuario de Twitter bossie_blane, Criston Cole es un "incel medieval". Estoy segura de que, en nuestra época, hubiese sido uno de los que criticaron She-Hulk: Abogada Hulka describiéndola como 'woke' y convirtiéndose, gracias a la genialidad de su creadora, en uno de los villanos que parodia la ficción. Criston Cole, no te imaginas las ganas que tengo de ver cómo te mueres. Lo celebraré con un "Negroni Sbagliato with Prosecco in it".
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