The Big Bang Theory hizo reír a millones de fans en todo el mundo con las situaciones más disparatadas entre 2007 y 2019 durante las 12 temporadas -y 279 episodios- que estuvo en antena, pero, como a menudo suele ocurrir con la comedia, nunca nos planteamos cuáles pueden ser las consecuencias reales de determinada acción o situación. Un ejemplo claro lo encontramos en uno de los episodios de la tercera temporada de la 'sitcom', en el que una broma aparentemente inofensiva podría haber acabado de la peor manera para uno de los protagonistas de la serie. Hasta el punto de acabar con su vida.
Nunca había reparado en ello, pero nuestros compañeros de la web alemana Filmstarts recordaban estos días un episodio, 'La fórmula de la venganza' (3x09), cuyo hilo conductor es Sheldon Cooper (Jim Parsons) tratando de vengarse de su némesis y compañero de trabajo Barry Kripke (John Ross Bowie), quien a menudo se burla de él, tras un broma pesada. Una que en realidad no solo era peligrosa, sino que podría haber acabado con la vida del futuro ganador del premio nobel.
En el episodio, Barry Kripke avergüenza a Sheldon durante su participación en el programa de la radio Science Friday llenando su oficina con gas helio para hacer que su voz sea más aguda que de costumbre.
Sin embargo, aunque la situación resultaba de lo más divertida, podría haber sido una trampa mortal, puesto que inhalar helio, aunque no sea tóxico, desplaza el oxígeno de nuestros pulmones. En un espacio cerrado, esto puede provocar hipoxia, pérdida del conocimiento y, en el peor de los casos, la muerte.
Y entonces, ¿por qué nos parece tan divertido inhalar helio de un globo y jugar a decir frases con voz apitufada? Pues porque la situación es completamente diferente a la de estar en una habitación cerrada llena de helio, ya que el aire en los pulmones solo se reemplaza temporalmente por helio, pero el nivel de oxígeno se mantiene suficiente. No obstante, el uso irresponsable también puede derivar en sustos o situaciones de peligro, sobre todo si inhalamos repetidamente, inhalamos directamente de los tanques o lo hacemos en lugares sin ventilación. Miedo desbloqueado.
Así, dado que estar en una habitación llena de helio es absolutamente peligroso, la broma de Kripke toma un cariz bastante serio que, teniendo en cuenta que son científicos, resulta sorprendente que no supieran identificar.
