9. La pobre caracterización o interés en los personajes. De algunos de ellos, de los más antiguos, sabemos muchas cosas, pero de otros como Sasha o Abraham apenas tenemos información que nos permita empatizar con ellos.
En la aclamada ficción, inspirada en el cómic homónimo de Robert Kirkman, no es oro todo lo que reluce y tiene algunos errores que, en caso de que no hayas notado, aquí te recordamos.