Sabrina, la mítica bruja adolescente que nos acompañó muchos días durante nuestra infancia, está más de moda que nunca. Que Netflix haya desarrollado su propia versión del personaje -Las escalofriantes aventuras de Sabrina- y esté a punto de estrenar la primera temporada ha provocado que resurja la nostalgia y nos acordemos de detalles que creíamos olvidados. Esos detalles que, al ser tan jóvenes, no nos paramos analizar. Por ejemplo, ¿por qué vivía con sus tías y no con sus padres? ¿Qué les había ocurrido?
En la serie de los 90
Como recordarás, las reglas del mundo de las brujas prohíben que Sabrina vea a su madre porque es una mortal. Si lo hace, ella se convertirá en una bola de cera. La pequeña no tenía poderes cuando era una recién nacida, por lo que podía convivir con su madre, pero, a medida que se fueron desarrollando, el peligro para Diana Spellman era cada vez mayor. Por este motivo, Zelda y Gilda se ofrecieron para cuidarla y entrenarle como bruja. La coartada para personas ajenas a la familia era que Diana estaba en una excavación en Perú.
Su padre era brujo, entonces, ¿por qué no vivía con él? No se explica mucho, pero trabajaba en el Servicio Exterior del Otro reino. ¿Quizás estaba demasiado ocupado?
En los cómics
Como ya sabrás, la idea de la serie surge de los cómics de Roberto Aguirre Sacasa y en ellos dan una mejor explicación al paradero de los padres. Diana -mortal- y Edward Spellman -brujo- se casaron a pesar de las reglas que iban en su contra y tuvieron una hija, Sabrina. Cuando Gilda y Zelda se enteraron de lo que había hecho su hermano, le atraparon en un árbol como castigo, donde continúa alojado.
El destino de la madre no fue mucho mejor. Fue sometida a torturas psiquiátricas que le hicieron olvidar que tenía una hija y quién era ella misma.