The White Lotus es la nueva serie de HBO que poco a poco va tomando más fuerza entre los espectadores de la plataforma de 'streaming'. Posicionada ya entre lo más visto de este mes, la ficción, creada y dirigida por Mike White ha sido renovada por una segunda temporada, a pesar de ser una serie limitada. ¿El motivo? La crítica social que se esconde detrás de sus cotidianos personajes ha sido una de sus claves.
La ficción sigue a diferentes personas: un matrimonio en su luna de miel, una mujer soltera que se dispone a deshacerse de las cenizas de su madre y una familia de la élite estadounidense que trata de desconectar de su ajetreada vida en la ciudad. Todos ellos se van a alojar en un paradisiaco resort de lujo durante siete días. En su estancia les acompañará el gerente Armond (Murray Bartlett), un hombre al borde del ataque de nervios por contentar y suplir todas las necesidades de sus exigentes clientes.
Bajo esta idílica premisa puede que la serie te haga caer en la suposición de la típica comedia disparatada en la que diferentes personas pasan por situaciones absurdas que les cambian la vida; y en parte va a ser así. Pero, The White Lotus esconde una crítica social y destapa la ostentación de clases que se vive en esta clase de resorts.
RACIÓN MILLENNIAL
Una de las principales trama se sustenta en el reparto más joven de la serie formado por Olivia Mossbacher (Sydney Sweeney), su hermano Quinn (Fred Hechinger) y la mejor amiga de ella, Paula (Brittany O'Grady). Celos, drogas, sexo, intrigas y aspiraciones. La guionista Maya Kosoff les ha descrito en Twitter como "adolescentes malvados, sexys y pasados". En ellos se retrata a la perfección lo difícil que puede ser convivir con adolescentes millennial, y cómo ellos logran sobrevivir a unas vacaciones con unos padres que no entienden lo que les pasa por la cabeza.
La familia Mossbacher además de tratar de lidiar con tres adolescentes bajo la misma estancia, también va a tener enfrentar problemas maritales,, la conocida crisis de los 50 en la que el padre de la familia, Mark (Steve Zahn), se ve inmerso repentinamente a causa de una posible enfermedad. Además, para sumar más novedades a su vida, tras 30 años tiene importantes revelaciones de su padre que le cambiarán la vida.
¿UN MUERTO Y NINGÚN ASESINO?
En el primer episodio se muestra el ataúd de una de las personas que se encontraban en el The White Lotus, el hotel más romántico de Hawai, y aunque podría parecer que va a ser el motor de toda la serie, finalmente se te olvida por un momento quién ha matado a quién o como ha llegado hasta ahí ese cadáver. Todo ello enmascarado con la superficialidad y ostentación representada en el personaje de Shane (Jake Lacy), el esposo que forma el matrimonio junto a Rachel (Alexandra Daddario) de los recién casados.
A pesar de que esta serie ha sido ideada como una serie limitada, HBO ha confirmado la renovación del título por una segunda temporada. Aún no se ha confirmado el inicio de su rodaje ni cuál va a ser la trama ni los personajes que regresen en los nuevos episodios.
