Cuatro películas: Perseguido (1987), Cube (1997), Batle Royale (2000) y The Hunt. Estos filmes tienen en común que son películas gamer, es decir, de pasar pantallas donde en cada pantalla muere alguien o mueren muchos. También son sobre la caza humana, algunos con más comedia otras con más drama, pero en general son un espectáculo terriblemente macabro para a diversión de terceros y con la diferencia de clases bien marcada entre asesinos y asesinados. Y con estos ingredientes encontramos a la nueva serie de Netflix: El juego del calamar.
La nueva serie de la plataforma viene a ser otro modelo sobre el espectáculo de la supervivencia humana muy sádico. El argumento básico es que ponen a 456 personas en unos juegos infantiles, que todos los coreanos han jugado de pequeños. Si pierdes te matan terriblemente, pero si ganan se llevan un premio de 45 mil 600 millones de wones (33millones de euros)
Hwang Dong-hyuk es el encargado de escribir y dirigir la serie surcoreana. Nacido en Seul en 1997, tiene cuatro largometrajes escritos y dirigidos por él. The Fortres (2017) es el último del director, una película épica medieval coreana muy buena. El filme tiene una caligrafía estilística bastante parecida a la de la serie.
El juego del calamar tiene una caligrafía estática muy potente, que mezcla a la perfección con lo que quiere contar. La narración es bastante funcional acompañada de una puesta en escena muy espectacular con planos cenitales o grandes planos generales. Una puesta en escena muy llamativa por los colores, la iluminación o los decorados. Muy parecida a otras series de éxito como El cuento de la criada o La casa de papel, que responden mucho a la puesta en escena del Hollywood más espectacular.
El protagonista del exitoso título de Netflix es Lee Jung-jae, conocido por su papel en el remake de 2010 del gran referente clásico del cine coreano The Horse. Además de protagonizar la cinta anteriormente mencionada de Hwang, también participa en New World (2013) de Park Hoon-jung y el reciente thriller criminal Libéranos del mal (2020) de Won-chan Hong.
'El juego del calamar': ¿Quién responde al llamar al número de teléfono de la serie de Netflix?El juego de calamar es una idea buenísima y muy divertida si lo que te gusta el humor negro porque obviamente la serie es terriblemente cruel por momentos y muy sanguinaria. Una combinación perfecta, ya que los cineastas coreanos suelen mezclar muy bien violencia, terror, drama y comedia. Es increíble cómo pueden combinar todos estos estados anímicos casi en una sola secuencia logrando una mezcla realmente única a la hora de enfrentarse a esas imágenes y que conlleva al espectador a tener una respuesta en sí misma bastante violenta dentro de si mismo.
La mezcla de tonos incluso se lleva a lo estético en la serie porque funciona mucho por yuxtaposición de conceptos contrarios. 456 personas se enfrentan a juegos donde si pierden mueren, pero a la vez son juegos infantiles. Algo totalmente inocente se convierte en una máquina trituradora de personas, y eso se ve muy bien en elementos propios de la serie como son los colores.
El lugar donde se encuentran los concursantes tiene colores pastel en las escaleras, que parecen un laberinto o casa de muñecas. Los juegos se suelen dar en un parque infantil agigantado donde los participantes parecen poco más que insectos. Y aquí encontramos otra vez yuxtaposición de contrarios para crear esta ambivalencia entre lo aparentemente divertido no juego de niños con lo que realmente está ocurriendo que es un asesinato en masa.
Como en las películas del principio, en El juego del calamar también se ve una diferenciación social entre las clases: los que juegan a los juegos es gente con una vida de miseria tanto profesional como personal y los que organizan el juego y apuestan son personas poderosas. Esto es una metáfora muy exagerada de la diferencia de clases aunque no estamos tan lejos. Parasitos o Burning, que pueden ser las dos mejores películas coreanas de este siglo, también incidían mucho en la importante y dura diferencia entre lo que significa ser de los que tienen dinero o ser de los que no tienen dinero.
Lo mejor de la serie son obviamente los juegos. Hay seis juegos que de alguna forma se anuncian, pero te tienes que fijar en una serie de detalles que lo indican. Cada vez que hay un juego la intensidad se dispara por la sorpresa, por lo violento que resulta o por el drama que acaba llegando la propia serie. Y es que cuanto más avanza y a medida que vas conociendo más los personajes, aunque son bidimensionales, la situación dramática es bastante categórica. Al final, cuando te vas quedando ya sin personajes, ya puedes imaginar un poco hacia dónde va este juego tan divertido y terrorífico al mismo tiempo.
Respecto a los elementos que plantea la serie hay cosas que están muy bien y otras no tanto. Por ejemplo, hay una mínima subtrama de un cirujano que es muy gore y tremenda. En cambio, la subtrama del policía es floja aunque entiendo que debe estar para explicar que está pasando.
Esta teoría sobre 'El juego del calamar' explicaría algunas cosas sobre su final (y la hipotética temporada 2)El juego de calamar es un modelo de serie muy contemporánea al respecto de que es muy adictiva aunque tenga relleno –como casi todas las series del momento-. La idea y el desarrollo de la serie son muy interesantes aunque empieza muy fuerte y acaba poco más bajo. Eso si, el último capítulo en sí es bastante interesante.
