Ahora está cambiadísimo, pero Devon Sawa es uno de esos actores que, por mucho que pase el tiempo y del largo periodo que pasó alejado de los focos, seguimos relacionando con algunos de los trabajos que le convirtieron en un auténtico ídolo adolescente en su juventud. El intérprete canadiense saltó a la fama en los 90, cuando con 17 años se convirtió en la versión humana del querido fantasma protagonista de Casper que enamoraba a Christina Ricci, aunque cuando realmente comenzó a convertirse en el favorito para forrar carpetas y en un imprescindible de las revistas juveniles de la época fue con la saga Destino final.
Seguro que la recuerdas, porque su premisa, además de inolvidable, dio mucho juego. La primera de ellas se estrenó en el año 2000 y el punto de partida de la historia era un joven estudiante, al que interpretaba Sawa, que tras una terrible visión y un ataque de ansiedad, acababa bajando del avión en el que se supone que tenía que viajar junto al resto de sus compañeros hasta París. Un avión que minutos después explotaría en mil pedazos y que solo sería el comienzo de una auténtica pesadilla: Alex y el resto de personas que hubieran tenido que viajar en ese avión habían burlado a la muerte y el destino está dispuesto a perseguirles para hacerles morir tal y como estaba designado.
Tras el éxito de la primera cinta, la película tendría cuatro secuelas y se convertiría en una famosa franquicia, pero sin Devon Sawa a bordo. De hecho, lejos de consolidarse como una de las estrellas de Hollywood de los primeros 2000, la carrera del actor no se mantuvo nada estable.
¿Qué fue de Devon Sawa? Pues al contrario que otros muchos actores en su situación, Sawa llevó muy mal la fama de ídolo adolescente y renegó muy pronto del trabajo de actor. Un par de años más tarde de Destino Final desaceleró por completo su trayectoria y comenzó a aparecer cada vez en menos proyectos hasta alcanzar su punto de mayor desconexión entre 2006 y 2009, que no participó en ninguna serie o película. A partir de 2010, sin embargo, volvió a reintroducirse muy poco a poco en la industria, y ya hace unos años que ha vuelto para tomárselo más en serio y en los que está participando en proyectos que le están devolviendo la relevancia.
Hace no mucho, de hecho, Devon Sawa volvía a estar de actualidad porque su papel protagonista en Chucky, la serie de terror que narraba los orígenes del famoso muñeco diabólico. En ella, Sawa regresaba al terror más nostálgico dando vida a dos personajes: Logan y Lucas Wheeler.
Antes de aterrizar en esta ficción, Sawa recorrería muchas series de televisión, algunas tan populares en Estados Unidos como MacGyver (la nueva), Hawaii 5.0 o NCIS: Los Angeles, aunque sus personajes eran episódicos. El trabajo televisivo más estable que había tenido hacha Chucky había sido en Nikita, donde dio vida a Owen Elliot/Sam Matthews durante cuatro temporadas justo al regresar de nuevo al circuito. También es el protagonista de Somewhere Between, donde da vida a un investigador privado con muchos traumas del pasado. En el terreno cinematográfico no ha parado de trabajar, pero no ha tenido un papel relevante que le haya devuelto de nuevo la popularidad. Quizás el más notable sea The Fanatic, un thriller de terror psicológico con John Travolta al frente y la película de 2022 Conspiración en Hollywood con Bruce Willis como coprotagonista.
Precisamente durante la promoción de una de ellas, The Fanatic, Sawa declaró en una entrevista con Inverse que no fue feliz después de la fama de Destino Final. El actor reconocería que tenía la cabeza en otras cosas y que triunfó en el momento inadecuado. "Era más interesante para mí salir y buscar bares o ver qué se hacía esa noche. No era feliz haciendo lo que estaba haciendo".
Hubo un momento en mi carrera después de 'Destino Final' en el que no era feliz haciendo lo que estaba haciendo. Puede que fuese un poco más malhumorado. Me arrojaban dinero por hacer películas que no eran buenas. No era feliz haciéndolas
Igual que no se tomaba la profesión de actor en serio, ser un ídolo adolescente no le gustó en absoluto. En cuanto pudo, hizo todo lo posible por borrar esa concepción que tenían de él. "Era solo mi edad, creo. No quería ser el chico bonito o como sea que me llamaran. No quería hablar sobre mi comida favorita o dónde fue mi primer beso. Esas cosas no me interesaban", reconocería para Vulture. Crecer en Canadá le salvó, ya que su popularidad allí no fue tan explosiva como la de Estados Unidos y pudo vivir con cierta tranquilidad rodeado de su familia.
Devon Sawa no ha estado escondido en una cueva, ni mucho menos. Es muy activo en redes sociales y comparte muy a menudo publicaciones en su cuenta de Instagram y Twitter, donde mantiene la relación con sus seguidores. Reconoce que le pone muy nervioso pensar en acudir a convenciones donde centenares de personas harían cola para hacerse una foto con él. Se lo han propuesto en varias ocasiones y, aunque le gusta la idea, aún no está preparado para ello.
