Parece que la noticia de una segunda temporada de Tiger KIng, la serie documental sobre un zoo privado de animales exóticos liderado por el genuino Joe Exotic que cautivó por completo a los espectadores en 2020, ha sido recibida con los brazos abiertos por parte de sus millones de seguidores en todo el mundo, pero ha sentado fatal a Carole Baskin, la propietaria de un santuario de grandes felinos también en Estados Unidos que en la primera entrega aparecía acusando a Joe Exotic de maltrato animal al tiempo que era acusada por sus enemigos de haber asesinado a su marido desaparecido.
Carole Baskin fue una de las piezas principales de la primera temporada de Tiger King, en la que participó como una de las entrevistadas y en cuyos ocho episodios la veíamos emprendiendo una auténtica campaña de denuncia y desprestigio contra el zoo privado de Oklahoma. Según la propietaria del Big Cat Recue de Tampa, en el zoo de Joe Exotic los animales no estaban en las mejores condiciones y sus acciones y protestas la llevaron a ponerse en su punto de mira. A través de su programa de entrevistas, el empresario de nombre real Joseph Allen Maldonado comenzó también una campaña contra Baskin, a quien acusaba de ser la asesina de su marido desaparecdio Don Lewis. El cruce de acusaciones llegaría a su punto más álgido con el intento de Exotic de contratar a un mercenario que acabase con la vida de su enemiga, razón por la que fue detenido y condenado y actualmente sirve condena en prisión. Además, Baskin recibió el zoo de Oklahoma, pero lo vendió el pasado verano tras haber cambiado su condición comercial.
Sin embargo, a pesar de su voluntaria intervención en la primera entrega, Baskin no quedó nada satisfecha con la imagen que se ha dado de ella en la docuserie de Netflix, que ha dado lugar a un sinfín de memes, todo tipo de teorías y bromas en redes sociales a costa de su persona, y se ha puesto en pie de guerra contra la plataforma de 'streaming'. Su objetivo: evitar el estreno de la temporada 2 de Tiger King que ya ha sido anunciado para el próximo 17 de noviembre.
Según han reportado varios medios, como Entertainment Weekly, Baskin ha demandado a Netflix y a la productora Royal Goode Productions ante la corte federal de Florida. Allí ha presentado este mismo lunes una moción de urgencia mediante la que solicita una orden de restricción temporal que prohibiría a Netflix "el uso de cualquier uso de metraje de los Baskin y el Santuario de grandes felinos tanto en Tiger King 2 como en cualquier promoción o anuncio publicitario relacionado con ella". Como puedes comprobar en el tráiler que encabeza esta noticia, Baskin y su Santuario siguen siendo parte fundamental de los nuevos episodios, puesto que el equipo ha utilizado material grabado para la primera y que no usaron en su momento.
Vuelve 'Tiger King': fecha estreno, primeras imágenes, la ausencia de Carole Baskin y todo lo que sabemos de la temporada 2Baskin y su actual marido, Howard Baskin, han acudido a la justicia precisamente tras el lanzamiento del tráiler lanzado por Netflix, señalando que en el mismo "se presenta de forma prominente a los Baskin como elemento central de la secuela a través del uso del metraje adquirido por Royal Goode Productions". Un hecho que, según los demandantes, viola el acuerdo firmado para la producción de la primera temporada.
Los contratos de apariencia limitaban el derecho de Royal Goode Productions a utilizar metraje de los Baskins como 'una película documental. En el contrato de apariencia solo se hace referencia y mención a 'la película'. No se hace mención al otorgamiento a los derechos de secuela de Royal Goode Production, derechos para crear obras derivadas de 'La película' o temporadas o episodios adicionales... Al utilizar el metraje de los Baskins y de Big Cat Rescue [...] en los tráilers promocionales de la secuela titulada 'Tiger King 2', los demandados están incumpliendo los términos del contrato de apariencia
En su demanda, los Baskin solicitan a Netflix y a Royal Goode que eliminen todo el metraje en el que aparecen, señalando además que su lanzamiento el próximo 17 de noviembre causaría "daños irreparables". Según se quejan en su demanda, la primera temporada presentó a Baskin como una villana y jugó con las teorías conspiranoicas que la relacionaban con la trágica desaparición de su marido.
Netflix, por su parte, todavía no ha respondido a la demanda en el momento de publicación de esta noticia.
