El arte de reírse para entenderse
por Sara HerediaDurante años hemos tenido que aguantar el prejuicio -mantenido por muchos españoles, posiblemente los menos cinéfilos- de que el cine de nuestro país solo va sobre la Guerra Civil. Da igual que la cartelera esté llena de 'thrillers' desde hace tiempo o que algunas de nuestras películas más taquilleras sean comedias, hay gente que sigue empeñada en que no sabemos hablar de otra cosa. Y, ¿sabéis qué? Que ahora estamos en una racha de estrenos de este género que nos está dando muchas alegrías. Primero fue El maestro que prometió el mar, estrenada en 2023, después La buena letra, que vio la luz hace unos meses, y Karmele, que aún se puede ver en pantalla grande.
Ahora llega La cena, una comedia que nada tiene que ver en tono con los anteriores títulos pero que se sigue enmarcando dentro del conflicto que dividió España. La acción se sitúa dos semanas después de que termine la guerra. El teniente Medina llega al Hotel Palace, ahora convertido en hospital, para pedir que organicen una cena para Franco y sus generales. El problema es que no hay cocineros porque todos son republicanos y están en la cárcel. Comienza una cuenta atrás para sacarlos de la cárcel, conseguir los ingredientes y rezar para que republicanos y nacionales no monten una guerra en cocinas.
El director es Manuel Gómez Pereira, quien, junto al guionista Joaquín Oristrell, ha estrenado las notables Salsa rosa (1992) o El amor perjudica seriamente la salud (1996). Ahora se han unido para adaptar la adaptación de la obra de teatro La cena de los generales, de José Luis Alonso de Santos. Aunque la materia prima de la que partían ya era suficientemente buena, Gómez Pereira y Oristrell han sabido construir un equilibrio entre el humor y la comedia que recuerda a los buenos tiempos de Berlanga, cuando el español se reía de sus desgracias reflejándolas en pantalla.
Alberto San Juan y Mario Casas han sabido leer muy bien las sutilezas de la historia y defienden a sus personajes con un carisma nada sencillo. Aunque se trata de un reparto coral y en esta película la interpretación de cada uno de sus secundarios es fundamental para el conjunto final, la dinámica entre el teniente Medina y el maitre Genaro es la que sostiene la comedia y la que termina calando en el espectador.
La cena recurre al humor para abordar uno de los episodios más duros de nuestra historia, pero lejos de burlarse de un bando u otro, deja un poso de ternura y un llamamiento al entendimiento más necesario que nunca.