Giselle, una hermosa princesa, es expulsada de su mundo animado por una malvada Reina, y llega a las actuales y modernas calles de Nueva York. La diferencia abismal entre su idílica vida y el lugar en el que acaba por sorpresa impacta a la joven, quien considera necesario realizar algún hechizo que otro para mejorar este desastroso planeta Tierra.
Mientras, ella encuentra un apuesto abogado dispuesto a ayudarla con su regreso. Pero su Príncipe, con el que está prometida, se cuela también en esta caótica ciudad con el fin de buscarla.
Personas de universos opuestos se unirán en esta loca aventura en la que, como en toda historia de castillos y princesas, lo que prevalece es el amor.
La Crítica de SensaCine
3,5
Buena
Encantada. La historia de Giselle
Princesa en la Gran Manzana
por Paula Arantzazu Ruiz
Antes de que las princesas se pusieran guerreras, Disney ya ironizó sobre la cursilería que impregna su corpus fílmico de cuentos de hadas en esta comedia sobre una princesa rosa perdida en el universo de carne y hueso que es Nueva York, un lugar donde no existe la posibilidad de "vivir felices y comer perdices por siempre jamás". La princesa de cuento, interpretada con gran acierto por la pelirroja Amy Adams, aterriza en mitad de Times Square debido a un hechizo de la malvada reina bruja y tendrá que conseguir sobrevivir por sí misma mientras espera la ayuda de su príncipe Edward. Si es que llega. Antes de esta cinta ya existían otros trabajos que fantasearon con la idea de mezclar los cuentos de hadas y leyendas con el mundo real, pero el encanto, valga la redundancia, de ésta no sólo es el gran contraste entre uno y otro mundo, sino la locura paródica en la que película se inmersa. Ha...
El principal candidato para escribir la canción de la película era 'Weird Al' Yankovic, aunque finalmente no fue él el elegido.
Dificil decisión
El casting para elegir a la actriz protagonista, la que interpretaría a Giselle, no fue nada fácil. Unas 300 candidatas pasaron por allí, y Amy Adams no fue de la primeras, sino que llegó en el puesto numero 275.
Extras gratis
Las personas que señalan y se ríen de Edward, cuando esta subido encima del autobús, no son extras haciendo de turistas, sino turistas que estaban de paso por la ciudad.