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    Prisioneros
    Críticas
    3,5
    Buena
    Prisioneros

    La condición humana

    por Quim Casas

    El último festival de San Sebastián presentó dos películas sobre niños secuestrados y la forma en que reaccionan sus padres frente a tan dramática situación. Pero mientras que el armenio-canadiense Atom Egoyan se deja llevar por los criterios del relato judicial en 'Condenados', película de producción estadounidense basada en un caso real ocurrido en Memphis hace veinte años, otro cineasta canadiense, Denis Villeneuve, utiliza en 'Prisioneros', también con financiación norteamericana, el pretexto de un rapto de ficción para indagar de manera drástica sobre el comportamiento humano en una situación límite.

    El título hace alusión por igual a las dos niñas desaparecidas como al muchacho que el padre de una de ellas decide secuestrar, convencido de que es el autor del rapto. Puede tener razón o no tenerla, eso es lo de menos. Lo importante para Villeneuve, apoyado en un Hugh Jackman que demuestra talentos varios no intuidos en sus composiciones de Lobezno, es descifrar con la cámara hasta qué punto el dolor invita a la violencia, y cómo la irracionalidad se apodera de un personaje cauto y calmado capaz de imaginar la más brutal de las torturas.

    'Prisioneros' utiliza pues el secuestro de las dos pequeñas para diagramar la violencia latente en la condición humana, la urgencia devastadora que sigue a la desesperación. Villeneuve sabe crear una atmósfera tensa y envolvente sin recurrir a fuegos de artificio y apoyándose en la fragilidad y fuerza de unos y de otros.

    En este sentido, el incómodo personaje que interpreta Jake Gyllenhaal, el agente de policía encargado del caso, entendiendo este en una doble acepción (el esclarecimiento del secuestro de las niñas y de la desaparición del muchacho raptado por el padre), sirve de eficaz contrapunto al particular descenso a los infiernos de la figura de Jackman. Que esté en el reparto Gyllenhall no acerca posturas con el 'Zodiac' de David Fincher, aunque algo de su neutralidad expresiva hay en el trabajo de Villeneuve, pero la composición de Maria Bello como la esposa de Jackman, es decir, la madre doliente de una de las niñas desaparecidas, si que une cabos con otra certera radiografía de la violencia humana que destroza a una apacible familia, 'Una historia de violencia' de David Cronenberg.

    A favor: la brutal atmósfera de violenta irracionalidad de unos y de otros.

    En contra: un metraje algo alargado que descompensa algunas partes.

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