Axel ha sido acusado de perder el mando de la televisión y debe encontrarlo, pero él es inocente ya que el culpable es el novio de su hermana Maja. A pesar de su inocencia, Axel debe solucionar los problemas de su madre y encontrar un mando de repuesto.
En su búsqueda, su camino se entrelaza con el conflicto entre Moli, un traficante de licor, y Aggi, el dueño de un club nocturno que aspira con convertirse en el primer jefe de la mafia islandesa. Pero cada paso que da en su búsqueda, todo se vuelve más enrevesado.