"La chica desconocida" de los hermanos Dardenne ( directores y guionistas como en todos sus trabajos que ellos mismos se las guisan y se las comen) conocidos por sus pelis con un marcado tinte social (estos directores siempre se apoyan en actrices con una fuerza de interpretación consistente como ocurre en este caso con Adéle Haenel que interpreta a una doctora que por culpa de un pequeño error le lleva a la obsesión; Marion Cotillard en "Dos días, una noche" donde es expulsada del trabajo y visita a los compañeros para que fuercen de nuevo su entrada en la empresa o "El niño de la bicicleta", por no remontarse a años anteriores, donde una Cécile De France donde la relación con un niño en bicicleta y descarriado se vuelve tierna entrañable). Su cine siempre es de protesta social donde cuentan historias de la vida tal y como ellos las ven, puedes o no estar de acuerdo te puede gustar más o despreciarlo, pero su visión, por lo menos en mi caso, siempre esconde alguna reflexión. Por eso, no busca sobresaltos y aventuras sino contar las cosas que suceden habitualmente con naturalidad.
En este caso, cuenta la historia de una doctora que rechaza una llamada en su consulta porque ya ha pasado la hora del cierre y está cansada. Ese desliz profesional tan insignificante a primera vista puede costarle toda su carrera profesional, pues detrás había una persona con unas necesidades urgentes de ser atendida. Así, este desliz causa la muerte de la chica y la doctora siente sobre sus carnes la culpa. A partir de este momento, la protagonista se vuelca por conocer la chica fallecida y los acontecimientos que la llevaron a la fatídica situación.
La película explica la vida de una doctora y el compromiso que tiene con sus enfermos de tal manera que pronto se gana un puesto de trabajo más reconocido,
Sin embargo, una llamada insignificante que rechaza en su consulta será el detonante para que cambie completamente su vida. Esa llamada en el timbre de su consulta hubiera evitado, de ser atendida, que una mujer falleciera. A partir de aquí se desencadenan una serie de zozobras y remordimientos sobre la doctora que no le dejarán vivir. Ésta investigará por su cuenta qué pasó en el fatídico suceso y quién era la chica fallecida.
En medio de todo esto, en las películas de los Dardemme ,siempre está el componente social , por ejemplo el tratamiento a ese inmigrante ilegal que se hace daño en la obra y llega a su consulta con una herida, pero quiere ocultar su identidad y no aparecer por el hospital porque no tiene papeles y teme ser repatriado a su país. Muestra el triunfo, en su caso por ser una buena profesional, pero al mismo tiempo el fracaso de su compañero que no se ve preparado para afrontar situaciones extremas donde un paciente puede perder la vida y el médico debe hacer frente a esa difícil situación.
Llegado a este punto, la doctora que hasta entonces tenía tanta proyección ya no se siente tan segura que ejerza un papel tan profesional en la vida sino que las dudas la invaden por dentro y las inseguridades afloran hacia el exterior, así por ejemplo, los vecinos implicados en la muerte de la chica anónima se muestran reacios y violentos en cuanto pretende averiguar lo que pasó aquella noche. Todos estos factores van haciendo mella en el carácter y la personalidad de la protagonista.
En definitiva, una llamada que cambiará el destino de una persona que dejará al margen su vida para investigar y averiguar sobre el desenlace fatídico de aquella chica desconocida.