La entrega número 13 del Snyderverse retoma el tono sombrío y la temática mitológica tras haber sido dejada de lado en las dos entregas anteriores a cargo de James Gunn. Aunque Zack Snyder tampoco tuvo participación en esta entrega, el protagonista y productor Dwayne Johnson brinda una experiencia que es visualmente impactante. Tiene un tono que no se aleja de lo que Zack Snyder había brinda de las primeras entregas de esta saga. Black Adam introduce al famoso rival del campeón que fue bendecido con los poderes de Shazam. Había intenciones de incorporarlo en la séptima entrega, pero decidieron reservarlo para esta ocasión. El hechicero había mencionado a Black Adam en Shazam! como el primer campeón original y responsable de desatar a los demonios de los siete pecados. En esta nueva entrega se conoce más sobre el campeón original y aunque no muestra cómo los siete demonios fueron liberados, da una idea de lo que pudo haber sucedido. Teth-Adam es conocido en los comics por ser enemigo de la Marvel Family y un supervillano. La película lo reimagina de un modo distinto, haciendo que sea forjado como un antihéroe. La imagen de Teth-Adam tuvo un grado de fama en Kahndaq por ser considerado el legendario guerrero que venció al rey Ahk-Ton. Debido a que Kahndaq siguió siendo víctima de conquistas posteriores hasta estar bajo el control de la organización Intergang en el presente, Teth-Adam es despertado con la esperanza de que libere Kahndaq de nuevo. Todo empieza con la búsqueda de la ambiciosa Corona De Sabbac y Teth-Adam es despertado en el medio. Parece una oportunidad para que Kahndaq tenga el héroe que necesita, pero se va descubriendo otra faceta sobre el conocido mito. Teth-Adam resulta ser alguien con un pasado trágico en el que perdió a su familia y uso el poder de los dioses solo para buscar venganza. Algo que solo provoco una destrucción incontrolable y que llevo a que el consejo de hechiceros encarcelara a Teth-Adam. Está sería la razón por la que no volvería a aparecer otro campeón hasta los eventos de Shazam!. Debido a que la Corona De Sabbac tiene un poder demoniaco, los poderes de Teth-Aadam pudieron haber influido para traer a los demonios de los siete pecados al mundo humano. Eso está confirmado cuando Ishmael provoca a Teth-Adam para que su poder detone el poder de la corona. Teth-Adam sabe que sus poderes son muy destructivos y a pesar de que Adrianna y Amon le piden que enfrente a Intergang, él se niega porque en el fondo sabe que no es un héroe. Va empatizando con Adrianna y Amon y eso hace que tenga la oportunidad de volverse un héroe. Teth-Adam sabe que no es digno de ser un héroe, pero se va convirtiendo en uno cuando decide luchar por esta familia que tiene fe en él. Sin duda la película tiene lo necesario para ser una obra maestra del cine épico. Es una excitante experiencia repleta de acción sin frenos y múltiples efectos digitales. Toda una montaña rusa que ofrece 2 horas de entretenimiento imparable. Dwayne Johnson es perfecto en su personaje en apariencia y actuación. Pierce Brosnan como Doctor Fate también es muy destacable en la cinta. El único inconveniente que tiene esta película es su guion, ya que le falta más argumento y acaba siendo una historia muy simple. Aunque ofrece muchas escenas impactantes, la película está cargada de tantas escenas de acción que no le da espacio al argumento. Eso hace que peque de no tener el suficiente desarrollo para conocer mejor a los personajes. Adrianna y Amon son esenciales para la evolución de Teth-Adam, pero la película no da tiempo para que entablen un fuerte vínculo. Los motivos de Ishmael por poseer la corona son fáciles de entender, pero están tan resumidos que al personaje le falto trasfondo. Ishmael es reducido a un villano genérico sin mucho que explicar. Tampoco se aborda del todo el uso del Eternium y su potencial que motiva a Intergang a tomar el control de Kahndaq. El equipo Justice Society es una fuerza que sigue el ejemplo de Justice League, pero aferrado a los intereses del gobierno. Ellos no son enviados para ayudar a Kahndaq, sino para arrestar a Teth-Adam por considerarlo un potencial riesgo internacional. Tiene sentido debido al poder destructivo de Teth-Adam, pero es claro que los héroes que trabajan para el gobierno jamás intervienen en los problemas de otros países, al menos que involucre un riesgo internacional. Eso quedo claro en The Suicide Squad y Amanda Waller envía esta vez a la Justice Society por el riesgo que Teth-Adam puede representar a nivel internacional. Los asuntos de Intergang no son de incumbencia de la Justice Society hasta que Doctor Fate se entera sobre la Corona De Sabbac. Este grupo también pudo aportar algo interesante, pero también falto trabajar más en cada uno de sus miembros. Cyclone y Atom Smasher son más bien personajes secundarios que la película usa cuando los necesita. Atom Smasher tiene potencial de alivio cómico, pero no fue muy bien aprovechado. Él y Cyclone tienen un historial que no es explorado. Hawkman y Doctor Fate son amigos evidentes, pero no se exploró bien su relación para justificar el sacrificio de Doctor Fate. Hawkman y Teth-Adam tienen una química que no fue bien aprovechada para desarrollar su evolución de enemigo a compañeros. Doctor Fate es alguien muy listo, pero se nota que lidia con una carga emocional por ser capaz de ver el futuro. Es un personaje con mucho potencial que se podría haber aprovechado más. Todo en esta película pasa tan rápido que no se desarrolla una estructura narrativa y solo es puro espectáculo visual. Ya que el Snyderverse fue representando la evolución de la imagen del héroe en cada entrega, en este punto Black Adam sería una alegoría del paso de los superhéroes al formato cinematográfico. El salto de Superman y Batman a la pantalla grande se caracterizó por contar con efectos especiales más avanzados que las hizo impresionantes. Ese efecto se repetiría en los 2000 con la llegada del CGI. Black Adam se enfoca más en el impacto visual que fue el cine de superhéroes con la magia del CGI y cómo la audiencia priorizaba eso por encima de la narrativa. Es una película donde el argumento no es relévate, sino todas las escenas de acción y su épico espectáculo visual. Por ende, Black Adam no es una obra maestra, por más que prometió ser una obra épica, pero sí una película que ofrece entretenimiento garantizado. Claro que pudo haber sido más que eso y seguir el ejemplo de Zack Snyder's Justice League, pero sus escenas emocionantes hacen que valga experimentar el aporte que brindo Dwayne Johnson a este universo. Mi calificación final para esta película es un 8/10.