Crítica de SensaCine.com para Aquaman y el reino perdido: Poca épica y mucha comedia

En un año en el que DC no ha brillado con sus películas, Aquaman y el Reino Perdido llega como la mejor propuesta. Una película sin mucha épica, pero con mucha comedia y que no hace daño a nadie. Supone la última cinta del Universo Extendido de DC antes de que James Gunn, copresidente y codirector ejecutivo, transforme la franquicia y haga borrón y cuenta nueva en 2025.

Si Aquaman era una producción más grande, la secuela se empequeñece para centrarse sobre todo en la 'buddy movie' que protagonizan los dos hermanos protagonistas, Arthur Curry y Orm -Jason Momoa y Patrick Wilson, respectivamente-. Una dinámica que funciona y que incluye gags que, dependiendo del humor de cada uno, puede funcionar. Es una parte correcta y que encaja mucho con el tono de la original. Hay un continuismo con la primera donde se mantiene la esencia tremendamente divertida y absurda, pero, con una cierta lógica formal y argumental.

Uno de sus grandes puntos a favor es que no se toma en serio, sabe perfectamente que viene de los cómics y se mete de lleno en ese universo. El director James Wan ha sabido cómo encarrilarlo y lo adereza con unas escenas de acción perfectamente filmadas que destacan entre las películas de superhéroes.

Sin embargo, no es una cinta perfecta. Abusa del CGI hasta un punto en el que afecta a su estético y puede distraer al espectador. Por otro lado, los personajes no están bien desarrollados y la trama se queda floja. Hay que verla sabiendo qué tipo de producto es y aceptando que no aporta mucho al género de superhéroes.

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