Siendo un niño, Jon descubrió el pasado de su padre, Iñaki Viar, vinculado a ETA. Con una ascendencia de nacionalistas vascos, Iñaki fue detenido en 1969 por la brigada político social y juzgado junto a Teo Uriarte y Mario Onaindía en el proceso de Burgos. Años después, organizó la fuga de Segovia y, finalmente, en 1977, fue puesto en libertad. Ahora, Iñaki, como muchos otros presos vinculados con ETA, reniega del nacionalismo y condena el terrorismo. Jon, su hijo y director de este largometraje, trata de comprender el pasado de su padre mientras convive rodeado de atentados, secuestros y muchos silencios. Pero para entonces, Iñaki ya era considerado un traidor por el mundo nacionalista y estaba amenazado por la banda terrorista.