Una delicia para todos los sentidos
por Sara HerediaDurante décadas, el género musical ha permanecido activo pero escondido. De hecho, películas claramente musicales como Wonka o la nueva versión de Chicas malas han omitido este detalle de sus adelantos promocionales, ¿quizás con miedo de que el público las rechace antes de tiempo? El caso es que 2024 ha sido un buen año para este tipo de títulos, con estrenos como Wicked o Joker: Folie à Deux. La primera ha reinado en taquilla, la segunda ha subvertido las expectativas.
En 2025 sigue la tendencia y ya a primeros de año tenemos propuestas tan disfrutables como ¡Gloria! Se trata de una comedia musical ambientada en un orfanato de 1800. Las chicas que permanecen allí aprenden a interpretar música bajo las órdenes del maestro Perlina, pero no pueden ser creadoras. Entre sus paredes surge un grupo de cinco alumnas que acaban de descubrir un instrumento recién inventado, el fortepiano, y unen fuerzas para tocar y cantar las canciones que les salen del corazón.
Está dirigida por Margherita Vicario, quien hasta ahora había desarrollado su carrera como actriz y cantautora. La italiana transforma la Venecia de finales del siglo XVIII en un relato atípicamente contemporáneo, donde las tramas de igualdad y superación personal se mezclan con el amor por la música. Aunque se centra principalmente en la joven Teresa (Galatéa Bellugi), a quien todos creen muda, el verdadero centro de la acción es la amistad que surge con las otras cuatro internas.
La relación entre Teresa, Lucia, Bettina, Marietta y Prudenza es la que hace avanzar la historia y la que aporta una calidez humana que empapa todo el conjunto. Al final, ¡Gloria! es una preciosa historia de sororidad que conmueve por su ternura hacia las chicas protagonistas y hacia el legado de compositoras tan olvidado. Vicario escribió el guion junto a Anita Rivaroli para honrar la memoria de tantas mujeres creadoras que han desaparecido. "Me llamó la atención cómo para identificar a algunos compositores ni siquiera hace falta apellido (¡Ludwig! ¡Wolfgang!), y en cambio personalidades como Francesca Caccini de Mantua [son] prácticamente desconocidas", decía en una entrevista con Rockol.
Hay mucha música clásica en ¡Gloria!, pero siempre trayéndola a un plano más actual, lo que convierte a la película en una delicia para todos los sentidos. La banda sonora está compuesta por la propia Margherita Vicario y Davide Pavanello y aporta mucha alegría a un guion ya de por sí luminoso. Sin desvelar demasiado, el clímax de la película es un precioso y liberador momento musical que te mantendrá con una sonrisa.
Por todo esto, la cinta es potente, pero tierna; dura, pero alegre; trágica, pero optimista. Una mezcla con la que dejarse convencer.