Estar a punto de acabar una nocturna guardia laboral, con los ojos hinchados y el cuerpo, una vez más, ebrio y que tu jefe te envíe, simplemente porque estabas por allí, a hacer un último servicio. Y no te queda más remedio que llevar al delincuente Eddie Bunker de las rejas a un tribunal de Brooklyn, donde ha de testificar. Así es como Jack Mosley acepta, a regañadientes, un encargo de última hora en un día como otro cualquiera. Pese al cansancio, no lo ve excesivamente complicado: tiene casi dos horas para recorrer dieciséis calles. Pero claro, todo se empieza a torcer y empiezan a aparecer obstáculos a cada paso, y la distancia se expande y dos horas parecen ser insuficientes. Y la misión, un "macguffin".Es este el planteamiento del último largometraje dirigido por Richard Donner hasta la fecha, un entretenido thriller que acaba convirtiéndose en una "buddy movie" donde tanto Bruce Wi
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