El matrimonio formado por Molley y James pasa por un momento turbulento a la par que fascinante. Mollie ha perdido su trabajo y tiene que pasar más tiempo en casa, pero sus hijos, Mickey y Julie, se están haciendo mayores y ya pueden hablar. Esto es motivo de ilusión y alborozo para los padres, aunque a veces desearían que siguieran callados. James es acosado en su trabajo por una ejecutiva despampanante y cuando llega a casa ha de enfrentarse a la locura. Además de los niños hay dos nuevos miembros, Rocks y Daphne, dos perritos consentidos que asegurarán el entretenimiento y la diversión de grandes y pequeños.
La Crítica de SensaCine
1,0
Muy mala
¡Mira quién habla ahora!
Casa de charlatanes
por Paula Arantzazu Ruiz
En el hogar formado por Kristie Alley y John Travolta se habla mucho. Quizá demasiado, aunque a los ejecutivos de Sony les debió parecer que mucho nunca es demasiado cuando se trata de una franquicia y una buena cantidad de dólares en taquilla. La tercera parte de la serie originada por el bebé parlanchín de ‘Mira quien habla' (1989) dota a las mascotas de la casa de la capacidad de habla. De un habla interior, casi monacal si no fuera porque, como es de esperar, sus conversaciones sobre lo que sucede en la familia son determinantes, decisivas con el futuro del núcleo familiar. En suma, dejar en manos de los perros las intricadas relaciones humanas es a todas luces un despropósito. Por si fuera poco, y como señalaba el crítico Roger Ebert en su reseña del filme, la película ofende ya desde su título: en tanto que ahora los que hablan son perros y no los bebés, es erróneo y chirriante tit
Excelente película para verla en familia viendo a la familia pasar por problemas peculiares y divertos acerca de la vida cotidiana que nos podría pasar ahora spoiler: