
Supervivientes 2025: Conexión Honduras vivió en su sexta entrega un insólito reencuentro que no dejo indiferente a la audiencia. Pero también dio a conocer a la tercera expulsada definitiva de la edición. Gala Caldirola llevaba varios días pidiendo su salida de Honduras y los espectadores cumplieron sus ruego. "Yo no puedo más, estoy agotada", señaló la 'influencer' a Sandra Barneda.
A pesar de la expulsión de Gala, la protagonista de la noche fue Laura Cuevas. Su marido, Carlos Calderón, puso rumbo a la isla para "enfrentarse a la realidad de su matrimonio". Y vaya que lo hizo. Nada más reencontrarse con su mujer comenzó una descomunal bronca que pasará a la historia del 'reality'. Nunca antes la audiencia había presenciado un reencuentro tan fatídico.

Antes de verse, Laura Cuevas tuvo que seguir la dinámica propuesta por la organización: debía responder a varias preguntas para ir obteniendo comida. Al llegar a la última puerta, en la que se encontraba Carlos, la cuestión fue qué se encontró su marido el pasado verano. "Nos habíamos dado un tiempo y yo estuve haciendo mi vida como él, y me vio con otro", afirmó la concursantes antes de abrir la puerta.
"Sigues mintiendo. Estábamos juntos cuando te pillé. No paras de mentir en todo menos en que no haces nada con tu vida", soltó su marido nada más verla. "Este verano sí nos estábamos dando un tiempo. Viniste cuando empecé a hacer mi vida", replicó ella. Ni abrazo ni beso, Laura Cuevas y Carlos Calderón comenzaron una serie de reproches que dejó impactada a la audiencia. Y eso que la presentadora intentó que se tranquilizaran.
"Me estás dejando como una mierda, porque yo estoy fuera por trabajo, lo que tú no haces. Saca tu vida laboral que no tienes ni 5 minutos cotizados. Que te pago todo yo. Yo estoy estudiando y trabajando. Yo me desvivo por ti", señaló Carlos, algo que Laura no veía igual. "Nunca tienes tiempo para mí y me quedo en casa encerrada. Llevo una vida de mierda que no tengo ganas ni de levantarme. La relación de pareja ¿para cuándo? Lo único que he dicho es que quiero cambiar mi modo de vida, pero no que seas tú el malo", afirmó.
Pese a la insistencia de Barneda porque hablaran tranquilamente, los gritos y reproches no dejaron de estar más que presentes hasta que llegó el momento de la despedida. Laura Cuevas y su marido se abrazaron antes de separarse y ella se quedó totalmente derrumbada. Incluso pidió su expulsión: "Me quiero ir de aquí, que me echen este jueves. Ya he vivido la experiencia y estaré agradecida por la oportunidad, toda mi vida", sentenció.