"Pensé que el guion era horrible. Había muchos agujeros en la historia que debían solucionarse con efectos visuales. No podía ver cómo podría ser posible si quiera". Parece imposible que, con esta primera impresión, el autor de estas palabras aceptase el papel protagonista en la película de la que estaba hablando pero así fue. Ian Ziering, una cara bastante conocida por su pasado en Sensación de Vivir, iba a ser padre cuando el proyecto de la película Sharknado llegó a sus manos y decidió aceptar. Sin saberlo, estaría aceptando la que se convertiría en una de las más aclamadas sagas de monstruos de los últimos tiempos.
"Lo hice para mantener a mi familia. Mi esposa embarazada dijo que necesitaba ir a trabajar. Quería rechazarlo, honestamente, sentí que no valía la pena. Pero iba a tener un bebé y aquello fue una pequeña bofetada de la realidad", relataba Ziering en una entrevista con Digital Spy en 2017 con motivo del estreno de la quinta película de la saga. Según el actor, aceptó "a regañadientes" y sin hablar de ello con nadie, admitiendo que "esperaba que lo escondieran debajo de la alfombra y que nadie lo viera".
Cuando el primer filme, una película de desastres en la que un tornado azotaba Los Ángeles trayendo consigo centenares de tiburones que caían sobre la gente atacando sin piedad, se estrenó, Ziering y todos los que no habían dado un duro por ella atestiguaron su inesperado éxito con estupor: "Y luego se convirtió en Sharknado, este fenómeno global que generó más de 5.000 tweets por minuto".
Nadie puede decir a ciencia cierta la razón por la que Sharknado caló tan favorablemente entre los espectadores, pero para SyFy, la cadena responsable de su producción y distribución -el filme no fue estrenado en salas de cine sino como una película para televisión-, supuso todo tal bombazo en el verano de su estreno que rápidamente supieron que harían una secuela. Según el consenso de la crítica ofrecida por Rotten Tomatoes, en la que Sharknado tiene un nada despreciable 74%, la película redefine "con orgullo, descaro y gloriosa estupidez el 'tan mala que es buena' para una nueva generación".
Los miles de tuits que la película generó por minuto, el boca-oreja y el ofrecimiento de algunas estrellas de Hollywood en participar en una posible secuela solo hicieron crecer su fama. En aquel momento, Ziering se dio cuenta que este tipo de películas tiene su público, sus momentos y que no deben ser despreciadas. "No se puede comparar nuestra película con... Avatar. No se puede comparar nuestra película con... Pacific Rim. No es El diario de Noa. Esta no es una comedia romántica ni una aventura de acción, es una película divertida. Es completamente un nuevo género", explicaba a Digital Spy.
El actor, como su coprotagonista Tara Reid, pasó de cobrar 50.000 dólares en la primera película a 500.000 dólares en las últimas entregas. En total se estrenarían seis y, aunque en el primer filme el tono era más serio a pesar de lo inverosímil de la trama, en las posteriores se explotó más la parte cómica, provocando una enorme curiosidad de los fans de la saga ante la forma en la que el equipo creativo llevaría la locura a un nuevo nivel en cada nueva entrega.
En definitiva, Sharknado fue una de esas películas por las que nadie daba un duro que logró superar con creces las expectativas y que hoy es considerada de culto en el género del cine de supermonstruos.
