Han pasado casi 40 años desde que Tim Burton dejó de trabajar para Disney, pero el famoso director de películas tan míticas como La novia cadáver, Pesadilla antes de Navidad o Bitelchús por citar solo algunas se ha sincerado sobre su experiencia trabajando para el gigantesco estudio en una reciente entrevista con un periodista de The Independent con motivo de la inauguración de una exposición de su obra -bocetos, pinturas, storyboards y demás- en la ciudad italiana de Turín.
Si no sabías que Tim Burton había trabajado para Disney en el pasado, te sorprenderá saber que Burton llamó la atención del estudio cuando todavía ni siquiera contaba con un pequeño recorrido a sus espaldas. El director y artista era un estudiante de arte en la Universidad de Santa Clarita en California cuando, con apenas 20 años, escribió, dirigió y animó el cortometraje animado Stalk of the Celery Monster, por el que fue muy elogiado en su entorno cercano. Sorprendidos por su trabajo, Walt Disney Productions ofreció a Tim Burton una oferta irrechazable: trabajar como aprendiz de animador en su división de animación.
A lo largo de su corta experiencia en Disney, Burton exploró varias facetas artísticas en películas como Tod y Toby (1981), Tron (1982) o Taron y el caldero mágico (1985), llegando a trabajar como animador, diseñador gráfico, director de arte o en la elaboración de 'storyboards'. Una etapa muy enriquecedora en su vida pero que terminaría con su despido en 1984.
Tras desarrollar su primer corto 'stop motion', Vincent, basado en un poema también suyo, y una adaptación 'live action' del cuento de Hansel y Gretel para Disney Channel, fue su siguiente cortometraje el que acabó empujando a su salida del estudio. Su nombre va a sonarte: Frankenweenie, que Disney consideró un desperdicio de dinero demasiado oscuro para los niños.
En sus declaraciones para Independent, Burton admitió que "debería haber sabido antes" que las cosas no serían perfectas:
Debería haber sabido desde el principio que tenía una relación problemática con Disney. Ésa debería haber sido la primera señal
"Puedo mirar atrás y mirar las muchas, muchas cosas buenas de trabajar allí y todas las oportunidades que tuve", admite. "Puedo reconocer todos y cada uno de ellos de manera muy profunda y muy positiva. Del mismo modo, por otro lado, puedo identificar el lado negativo, que destruye el alma. Como en la vida, es una mezcla de cosas".
Un despido sin rencores que ni siquiera estropeó su relación con el estudio, como se demostraría varias décadas después cuando Burton dirigió para Walt Disney Studios la nueva versión Alicia en el país de las maravillas. Asimismo, el proyecto por el que Burton fue despedido de Disney se materializaría en una película para el estudio en 2012: Frankenweenie, una historia no solo muy apreciada entre los seguidores del cineasta que al final encontró su momento.
