Jennifer Aniston y Brad Pitt vuelven a ser noticia en todo el mundo y no, no tiene nada que ver con que hayan vuelto, existan rumores de boda o hasta de embarazo. El motivo es que los actores han coincidido en los SAG Awards y el reencuentro ha sido mucho mejor de lo que los fans podían esperar. Los intérpretes se han dedicado muchas sonrisas y gestos cómplices y nos lo han puesto en bandeja para recordar una de las relaciones más aplaudidas de la historia de Hollywood.
Las primeras citas y la boda
Lo cierto es que la historia de cómo se conocieron no tiene nada de cinéfila ni romántica. Sus agentes creyeron que harían una buena pareja y les organizaron una cita. Y no se equivocaban lo más mínimo. La pareja conectó al instante, pero intentaron mantener la relación en secreto tanto como pudieran. Si hoy causan revuelo, imagina cómo tuvo que vivirse en 1998, con Friends en lo más alto y Pitt convirtiéndose en el novio de América con películas como Siete años en el Tíbet o El club de la lucha.
Su primera alfombra roja fue en los Emmy celebrados en septiembre de 1999 y muy pocos meses después, en noviembre de ese mismo año, Brad y Jen se subieron al escenario de un concierto de Sting en Nueva York para anunciar que estaban comprometidos. Parece que no encontraron un modo mejor de llegar a tanta gente de una sola vez. El 29 de julio del año 2000 se casaron en una boda privada en Malibú con fuegos artificiales incluidos. La ceremonia no pudo despertar más expectación y el terreno donde la celebraron estaba completamente rodeado de paparazzi.
En una entrevista con Rolling Stone, Aniston habló abiertamente de su relación con él y aseguró que, en un principio, sus amigos no se fiaban de él del todo, ya que le veían un poco "engreído". Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que era buena persona. Es por esta época, en noviembre de 2001, cuando Brad Pitt hace el ya mítico cameo en Friends, donde interpreta a un viejo amigo de Ross que odiaba a Rachel Green en la época de instituto.
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Formar una familia... hasta que llega Angelina
En los años siguientes se dedicaron bonitas palabras el uno al otro en la prensa y en febrero de 2004, Aniston declaró a The Guardian que pensaba formar una familia con él: "Es la hora. Creo que puedes trabajar con un bebé, puedes trabajar estando embarazada, creo que puedes hacerlo todo. Así que estoy deseando bajar el ritmo".
Lo que vino después ya es conocido por todos. En mayo de 2004, Pitt trabajó en Sr. y Sra. Smith junto a Angelina Jolie y saltaron chispas. La actriz declaró a Vogue posteriormente que, a medida que transcurría el rodaje, se dio cuenta de que cada vez tenía más ganas de reencontrarse con él: "Ya fuese en una escena de tiros, hablando sobre una escena, en una práctica de tiro, en una clase de baile o haciendo escenas de acción. Con cualquier cosa que hiciésemos juntos nos sentíamos a gusto y había mucho trabajo en equipo. Nos convertimos en inseparables. Nos hizo falta llegar al final del rodaje para darnos cuenta de que podría significar que había algo más de lo que queríamos creer. Ambos sabíamos que la realidad era algo grande, algo que teníamos tomar en serio".
En enero de 2005 anunciaron el final de su matrimonio: "Nos gustaría explicar que nuestra separación no es resultado de ningún rumor aparecido en los medios de comunicación. Esta decisión es resultado de una larga consideración". La pareja siempre ha mantenido que las especulaciones no tuvieron nada que ver y que no fue culpa de ninguno, sino cosas que pasan.
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El comienzo de una larga amistad
Tras su separación, Aniston habló con Vanity Fair acerca de su ex-marido y confesó que le faltaba un poco de sensibilidad: "Brad no es mezquino, nunca trataría intencionalmente de restregármelo. En retrospectiva, puedo verlo y pensar: 'Oh, no fue muy considerado'. Pero conozco a Brad. Brad te diría: '¡Es arte!'. Hay un chip de sensibilidad que le falta".
Con sensibilidad o sin ella, lo cierto es que ambos han sabido mantener el contacto y mantienen una buena relación. Hay que señalar que los SAG Awards no ha sido, ni mucho menos, su punto de reconciliación. Ambos se han visto las caras en numerosas ocasiones tras su ruptura -incluyendo fiestas de cumpleaños y otras celebraciones- y parece que lo suyo no funcionó en el terreno amoroso, pero en el amistoso se llevan a la perfección.
Fuente: Marie Claire
