Si hoy por hoy, casi 20 años después del debut de Perdidos y recién cumplidos 13 de su final, la serie de ciencia ficción de ABC sigue siendo recordada como una de las mayores decepciones de la historia de la televisión, no queremos ni imaginar lo que tuvieron que vivir los responsables de la serie en 2010, en los días, semanas y meses que siguieron a la emisión del criticado final.
La serie, como recordarás, estaba ambientada en una misteriosa isla en la que un grupo de supervivientes de un accidente de avión iba descubriendo poco a poco que no estaba allí por casualidad. Durante seis temporadas de más de 20 episodios cada una, la trama se tornaba cada vez más misteriosa y la serie acabó convirtiéndose en un auténtico fenómeno a nivel mundial. Así, no es de extrañar que las expectativas sobre el desenlace estuvieran muy altas, pero lo cierto es la temporada final de Perdidos había tomado un rumbo un poco decepcionante que lo tenía bastante difícil para satisfacer todo lo que había alimentado durante años. Y la escena final del purgatorio fue encajada realmente mal porque le faltaba contexto. No, no estaban todos muertos ni era todo un sueño, pero lo parecía.
Durante años, los 'showrunners' de Perdidos que se hicieron cargo de la serie creada por J.J. Abrams, Carlton Cuse y Damon Lindelof, han tenido que hacer frente a constantes interrogantes al respecto y admitir muchos de sus errores, pero no les ha ido mal en sus respectivas carreras.
Sin embargo, en el año 2010 eran vistos por mucha gente como el mal en persona, incapaces de personar la decepción con el desenlace de la serie que les había obsesionado durante años. Por ello, cuando Damon Lindelof recibió en agosto de aquel año, apenas tres meses después del final, el galardón a la Mejor serie dramática en los Premios Anuales de los Críticos de Televisión de Estados Unidos -TCA Awards-, dedicó su discurso a compartir algunos tuits.
"¿Qué tal si me devuelves seis años de mi vida?"
El guionista, que había estado bastante al margen tras el terremoto que había ocasionado el final, rompió su silencio e hizo públicos algunos de los comentarios cargados con más odio que publicaron en su Twitter algunos fans decepcionados con el final de Lost y también con muchas ganas de hacer saber a Damon Lindelof lo que opinaban de su trabajo.
Por supuesto (y afortunadamente para él) Lindelof no los leería todos, pero quiso compartir algunos que había seleccionado él personalmente: "En vez de estar de mochilero por Europa o lo que coj***s estés haciendo, ¿qué tal si me devuelves seis años de mi vida?"; "Mi primer 'tweet'. He empezado esta cuenta sólo para hacerte saber lo decepcionado que estoy contigo"; "¿Nadie te ha acusado todavía de ser un terrorista emocional? Y ten en cuenta estas palabras: Conclusión y explicaciones reales"; "Apestas. Por favor, no arruines Star Trek terminándola en el purgatorio de Klingon" (Damon Lindelof fue productor de la Star Trek de J.J. Abrams), y "Eres un sucio mentiroso. Nunca lo supiste, te lo inventaste todo, nos has traicionado. Me has traicionado y espero que te pudras".
A modo travesura, Lindelof contó que el último, el más chungo de todos, se lo había dedicado el propio J.J. Abrams.
Así, no hay duda de que a los creadores les pasaron factura sus decisiones sobre el final de Perdidos, pero ha sido ahora, 13 años después del final, cuando han sido objeto de acusaciones de gravedad: su comportamiento tóxico y racista en el set de la serie.
“Quedó bastante claro que yo era el chico negro”: Un ambiente racista, sexista, abusivo y cruel en el set de 'Perdidos'La noticia se ha dado a conocer recientemente a través de un nuevo libro de Maureen Ryan que busca exponer los patrones de acoso y prejuicios en Hollywood y que pone el foco sobre ellos al revelar que había racismo. Y así se lo contaron en entrevista varias personas que estuvieron involucradas en la serie durante su emisión. "Quedó bastante claro que yo era el chico negro. Daniel Dae Kim el asiático. Y luego estaban Jack, Kate y Sawyer", señalaba el actor Harold Perrineau, quien interpretaba a Michael Dawson, explicando que cuando se sacaba el tema de la raza, Lindelof rápidamente se sentía ofendido. Lindelof y Cuse, por su parte, han negado algunas de las acusaciones y se han mostrado dolidos al conocer los sentimientos que Perrineau tuvo en el set.
