Es una de las sagas de ciencia ficción y acción más míticas y queridas de la historia del cine, pero la película que hizo famoso Mel Gibson sigue tan presente en la industria que a veces nos cuesta que creer que tiene más de 40 años. La franquicia Mad Max comenzó como un proyecto de bajo presupuesto australiano que acabó convirtiéndose en un auténtico fenómeno mundial a principios de los años 80 con el debut de un primer largometraje, Mad Max - Salvajes de autopista.
La película vio la luz en España a principios de los 1980 y que su acogida a nivel global fue tan espectacular que rápidamente dio lugar a una secuela, Mad Max 2: El Guerrero de la carretera, en 1981, y una tercera, Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno, en 1985.
La película más llamativa para el gran público sigue siendo Mad Max 2, rodada con un presupuesto diez veces superior al de su antecesora, pero todavía irrisoria frente a lo que George Miller, director de los dos largometrajes, logra mostrar a la pantalla en términos de acción y acrobacias.
La historia que plantea la franquicia tiene lugar en un universo post-apocalíptico en el que el combustible es escaso y muy apreciado y en el que la Tierra se ha convertido en un gigantesco desierto en el que las pandillas son capaces de iniciar la guerra más sangrienta por una mísera lata de gasolina. Además, desde Pappagallo a Humungous, pasando por el piloto de autogiro y el niño salvaje, la película nos dejaba una colección completa de rostros y voces inolvidables, así como persecuciones, algunas de ellas entre las secuencias mejor filmadas en el cine de esta época, y otro montón de escenas para el recuerdo.
La primera película de la franquicia lo comenzó todo, pero la segunda asentó su éxito y potencial. Un espíritu especial que supo capturar a la perfección Mad Max: Furia en la carretera, la increíble cuarta entrega de la franquicia que se estrenaría en 2015 de nuevo bajo la batuta de George Miller. Muchos, de hecho, consideran que Mad Max 2 es una de las obras maestras del cine postapocalíptico.
Mad Max forma parte de la cultura popular y ha tenido tal influencia en el género que tanto su título como estética son reconocibles por cualquier persona independientemente de su generación. Incluso para aquellos que no la han visto. Al mismo tiempo, la temática de la película resuena con la actualidad mundial y la saga Mad Max, tras su resurrección de éxito en 2015, se ha conseguido mantener viva hasta día de hoy.
De hecho, 2023 es el año perfecto para revisar la franquicia o disfrutarla por primera vez: en 2024 se estrenará un nuevo largometraje ambientado en el universo Mad Max que, bajo el título Furiosa, de nuevo a cargo de George Miller y con Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth liderando, servirá como precuela de Furia en la carretera más centrada en el personaje de Charlize Theron.