Christopher Nolan es uno de los genios cinematográficos de su generación, capaz de hacer películas de los más ambiciosas y desafiantes que logran ser aceptadas masivamente por el público. Por eso es inevitable querer trazar comparaciones con los maestros clásicos, entre ellos Stanley Kubrick. Más por el estilo, por el inmenso talento a la hora de hacer películas imaginativas y nunca vistas que se sienten muy auténticas.
No es un secreto tampoco que Nolan es un fan irredento del director de Brooklyn desde que estuviese en contacto con su cine desde que era pequeño. Aunque sus películas puedan llegar a resultar diferentes, ya que al final tienen estilos muy marcados y Nolan ha tendido más a los grandes espectáculos y la ciencia ficción que Kubrick. Pero aun así Christopher no ha podido resistirse a intentar emularlo en algunas de sus grandes obras.
Origen fue la gran película que confirmó al director como uno de los imprescindibles de este siglo, pasando a tener sus propios blockbusters más allá del nombre de Batman. Una intrincada pero entretenidísima ficción con espionaje, sueños y mucha ciencia ficción, creando imágenes absolutamente increíbles pero que se sienten absolutamente realistas.
"Fui transportado a otro mundo": La película de ciencia ficción que impactó a Christopher Nolan cuando era un niñoLa cima en este apartado tiene lugar en el pasillo de un hotel. El personaje de Joseph Gordon Lewitt se queda supervisando una de las capas del sueño mientras el resto del equipo indaga más en el subconsciente y cumple el objetivo de su misión. Para intentar que sus compañeros no se vean afectados mientras están inconscientes, su personaje tiene que contener amenazas y moverse a través de un pasillo giratorio que, en cierto punto, deja de regirse por las leyes de la gravedad.
Un espacio giratorio
Es una de las escenas más increíbles de la película, y se logró a base de trabajo duro. En el libro Christopher Nolan: The Iconic Filmmaker and His Work se relata no quería "ningún surrealismo superfluo" mientras recreaba la sensación de que "algo estuviera fuera de lugar". La habitación se diseñó al milímetro para poder rodar la escena de la manera más realista posible. "El pasillo giratorio rotó a través de 360 grados como un asador, la cámara se movía independientemente en una grúa o montada en un riel especialmente diseñado".
Esta escena era crucial para el director, ya que buscaba también recrear una de esas escenas que se le quedaron grabadas a fuego cuando vio por primera vez 2001: Una odisea del espacio. La escena donde se ve a los astronautas moviéndose en un decorado centrífugo fue una obsesión "desde la primera vez que la vio", porque se sentía completamente real al mismo tiempo que desafiaba lo que consideraba posible en una película.
"Había anhelado crear magia cinematográfica como el maestro mago Kubrick lo había hecho, y desafiar la gravedad. Ese deseo se convirtió en el pasillo giratorio de Origen"
Con esa motivación crea una de las escenas más espectaculares y ambiciosas de su filmografía. Un gran momento de acción intercalado con otras increíbles secuencias que van sucediéndose gracias a la magia del montaje. Aunque las referencias estén claras, Nolan no puede evitar llevarlas un poco más allá para hacerlas personales.
Si quieres recibir nuestras propuestas y los estrenos en tu mail suscríbete a nuestra Newsletter