Rodar una película es a menudo un proceso muy confuso para la gente involucrada. A menudo se tienen que realizar escenas que están muy separadas en el tiempo y el espacio de manera consecutiva, y a veces se produce un ritmo frenético de trabajo que difumina cuál va a ser el producto final. Algunos actores han hablado de cómo pensaban que iban abocados al desastre, pero han terminado saliendo en una de sus mejores películas.
No hay ejemplo más extremo que el de Mad Max: Furia en la carretera. Aunque realmente hay pocos ejemplos más extremos para todo que la película de George Miller, tal y como se relata en el libro Blood, Sweat & Chrome: The Wild and True Story of Mad Max: Fury Road. La experiencia de rodaje en el desierto durante meses causó desgaste y confusión, a pesar de que Miller tenía planificada toda la película en detalle.
No obstante, sólo Miller conocía la visión completa, lo que dividió al equipo entre quienes confiaban en él y quienes luchaban. El método de filmación de Miller fue percibido como desconcertante y fragmentario, lo que frustró a sus actores. Varios miembros del elenco describieron la experiencia de filmación como caótica y emocionalmente intensa, planteando dudas sobre si la dificultad del proceso era intencional o necesaria.
Caos en el desierto
La producción de Mad Max fue comparada con un ejercicio militar, lleno de caos y desorganización además de dureza extrema. El primer día estuvo marcado por la urgencia y el pánico para que todo funcionara. El desarrollo del rodaje no facilito las cosas. El calendario de producción era cada vez más comprimido por las duras condiciones de Namibia, el estudio no dejaba de ejercer presión y las escenas de acción eran cada vez más arriesgadas.
"Es demasiado demencial": muchos creían que esta película de acción nunca se haría, pero se convirtió en una de las mejores de este sigloTerminado el rodaje surgieron nuevos conflictos. Antes del estreno de la película, hubo percepciones contradictorias sobre ella, con algunos en Warner Bros. opuestos activamente a ella y considerándola un desastre. Pero hubieron personas que quedaron asombrados con el resultado final, a pesar de no tenerlo claro en absoluto rodándola. Tom Hardy fue uno de ellos: "Es un bombardeo implacable y una orquestación del diseño y una narrativa muy clara teniendo en cuenta el caos organizado".
El resto ya sabemos cómo fue. Mad Max: Furia en la carretera se estrenó con críticas muy entusiastas y terminó convertida en una de las mejores películas de este siglo.
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