Lo has borrado de tu mente porque fue un momento muy bochornoso, pero te lo recordamos aunque mueras de 'cringe'. En diciembre de 2019 llegó a los cines una película que, pese a adaptar uno de los musicales de Broadway más famosos y contar con un elenco de estrellas de lujo, se convirtió en uno de los filmes más infames de la historia. Cats, dirigida por Tom Hooper, está disponible en Netflix.
El filme llevó a la gran pantalla la historia de los gatos jélicos, una tribu gatuna que debe decidir cada año quién de todos asciende a una nueva vida jelical.
El reparto cuenta con actores como Idris Elba, Rebel Wilson, Judi Dench, Ian McKellen y Jennifer Hudson. Incluso Taylor Swift tiene un personaje en el filme. Pero nada de esto valió para que Cats se convirtiera en la mayor burla del año.
10 películas que arruinaron las carreras de sus directoresEl estreno de su primer tráiler, en el que se veía a los actores transformados en gatos, ya trajo cola. Después, las críticas no ayudaron. El filme tiene una nota de 19% en Rotten Tomatoes y la crítica dijo de ella que es un "error que dejará a la mayoría de los espectadores rogando que les saquen de su miseria". Fue un fracaso comercial: costó 95 millones de dólares y recaudó más de 75 millones de dólares en todo el mundo.
LA REACCIÓN DE SU CREADOR
Universal Pictures
Cats contaba en la dirección con Tom Hopper, el mismo que llevó a la gran pantalla el musical Los miserables. Este filme sumó 8 nominaciones a los Oscar y ganó 3: Mejor maquillaje y peluquería, Mejor actriz de reparto para Anne Hathaway y Mejor mezcla de sonido. Con Cats fue todo lo contrario: ganó 6 premios Razzie, los conocidos como anti-Oscar.
El bochorno fue tal que el compositor original Andrew Lloyd Webber quedó tan desencantado por la versión de su musical que necesitó un perro de terapia. "Lo vi y pensé: 'Oh, Dios. No'. Fue la primera vez en mis 70 y tantos años en este planeta que fui y me compré un perro. Así que lo único bueno que salió de eso fue mi pequeño cachorro", contó en Variety.
Lloyd Weber también indicó que los derechos del musical se vendieron originalmente a Steven Spielberg y que el cineasta iba a dirigir la adaptación. No obstante, las cosas no salieron como se planearon y fue Hooper el que se colocó detrás de las cámaras. Desde Cats, el cineasta no ha vuelto a dirigir ningún largometraje.
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