Adaptación de la novela homónima de S.E. Hinton y bajo la batuta de un Francis Ford Coppola que estaba en uno de los momentos más célebres de su carrera tras haber dirigido las dos entregas de El Padrino, La Conversación y Apocalypse Now en los 70, el thriller juvenil Rebeldes, una de las joyas que el cineasta brindó en los 80, no es considerada como una obra maestra, pero, con el paso del tiempo, ha terminado siendo de culto. De hecho, la historia ha sido objeto también de una serie de televisión y un musical sobre los personajes de la novela y de la película.
Ambientada en la década de los 60, Rebeldes gira entre dos bandas juveniles rivales: por un lado, los Greasers, que provienen de la clase baja; por otro, los Socs, que son niños aburridos de buena familia. Cuando los dos Greaser Ponyboy Curtis (C. Thomas Howell) y Johnny Cade (Ralph Macchio) conocen a la bella pelirroja Cherry Valance (Diane Lane), desencadenan una cadena de acontecimientos imprevistos que terminan en tragedia cuando el Soc Bob Sheldon (Leif Garret), que también se ha fijado en la chica, se propone quitarse de en medio a sus rivales.
Además de los mencionados, bajo la batuta de Coppola trabajaron otros famosos nombres, aunque entonces tenían 40 años menos: Matt Dillon, Patrick Swayze, Emilio Estevez, Rob Lowe y hasta el mismísimo Tom Cruise.
Ha pasado tiempo desde entonces, pero precisamente Tom Cruise es el protagonista de una anécdota compartida por Rob Lowe en The Rich Eisen Show, cuando se le ha preguntado por su mejor recuerdo junto a la gran estrella de acción de Hollywood.
En la película, Lowe interpretaba a Sodapop Curtis, de los Greasers, mientras que Cruise era un personaje secundario llamado Steve Randle, también de los Greasers. Ambos fueron parte de la pelea culminante entre las pandillas.
Segun Lowe, ambos estaban muy motivados entonces y se divertían peleando entre sí:
[Cruise] es tan competitivo que solíamos boxear en el pasillo del hotel en el que nos alojábamos durante 'Rebeldes'. Demasiada testosterona
"Eramos chicos de 18 años alojados allí. Usábamos cascos y llevábamos brackets, pero entrenábamos legítimamente", recuerda señalando que Tom Cruise estaba especialmente arriba: "Tom es como una bestia. Yo le golpeé muy limpio y toqué su campana. Y lo siguiente que supe fue que me desperté y que estaba volviendo en mí en el suelo. Me dejó completamente inconsciente".
Ahora de culto, la película de Coppola ya fue bien recibida por la crítica en su día y también fue un éxito comercial, logrando triplicar su presupuesto.