Su carrera no siempre ha estado en lo más alto e incluso pudo haberse visto arruinada si no le hubieran dado una nueva oportunidad, pero Robert Downey Jr supo aprovecharla bien y ahora no solo es una consagrada estrella de Hollywood, sino que también afronta una etapa de éxitos como productor. 2024 ha sido un año importante para el actor, que, no obstante, ya venía de una década de éxitos. Aunque había cerrado su etapa en Marvel como Iron Man, hace unos meses se anunciaba su regreso al UCM en la piel de un nuevo personaje, esta vez como el supervillano Doctor Doom, pero 2024 también ha sido el año en que ha ganado su primer Oscar.
Lo hizo en la gala del pasado mes de marzo gracias a un papel muy diferente a los que nos tenía acostumbrados de la mano de Christopher Nolan y su magistral Oppenheimer. El papel de Lewis Strauss le brindó el Globo de Oro a Mejor actor de reparto y las predicciones se cumplieron para los Oscar, cuando se impuso a los también nominados Ryan Gosling (Barbie), Robert De Niro (Los asesinos de la luna), Sterling K. Brown (American Fiction) y Mark Ruffalo (Pobres criaturas).
Oppenheimer ha sido uno de los grandes éxitos de su carrera y, precisamente, es uno de los papeles con los que más se ha obsesionado en su vida. En una entrevista con W Magazine, Downey Jr. reconoció que esto le ha pasado muy pocas veces. Por suerte, en todas ellas consiguió ser el elegido por el estudio.
Ha habido tres momentos en mi carrera en los que me obsesioné completamente con la posibilidad de interpretar un papel. La primera vez fue Chaplin. La segunda vez fue Tony Stark, en 'Iron Man'... Y la tercera vez -obtuve la trifecta, y tienes suerte si esto sucede un par de veces- fue con Lewis Strauss, para 'Oppenheimer'
El reto de 'Oppenheimer'
Su personaje en Oppenheimer es radicalmente diferente a Tony Stark, posiblemente su trabajo más conocido y en el que le llevamos viendo 10 años. Aunque hubo quien miró con recelo la elección de Downey Jr., pero precisamente éste fue el motivo por el que Nolan quiso ficharle.

"Permítanme decirlo de esta manera: no vi nada de Lewis Strauss en Robert Downey Jr., en absoluto", reconoció el cineasta en una entrevista con Vanity Fair, "No lo conocía, pero lo había visto un par de veces y, mirándolo desde afuera, sentí que estaba en un lugar donde estaría listo para venir y probar algo completamente diferente. Y como director, si puedes convencer a uno de los grandes actores de su generación para que venga y se desafíe a sí mismo de una manera completamente diferente, sabes que obtendrás algo especial".
"No vi nada en él, en absoluto": así es como convencieron a Robert Downey Jr. para aceptar el mejor papel de su carreraSí, fue un reto para Downey Jr. Él mismo reconoce que no le fue fácil estar quieto todo el tiempo. "Parte del desafío del papel de Strauss en Oppenheimer, para mí, fue ese tipo de contención y estar quieto, algo que no me resulta fácil todo el tiempo. Soy de mediana edad. Si, en este punto, no puedo quedarme sentado y simplemente quedarme ahí y decir la verdad, entonces he estado haciendo algo mal durante mucho tiempo", declaró.
Sus otras dos obsesiones: un acierto y un fracaso
El actor reconoce que sus otras dos obsesiones fueron Tony Stark -todos sabemos lo que aportó a su carrera- y Chaplin. Pudo hacer realidad su primera gran obsesión en 1992, cuando se estrenó la película de mismo nombre. El proyecto era el gran sueño también de su director, Richard Attenborough, quien adquirió los derechos de la biografía de Chaplin en 1988 e iba a hacer algo con ellos, costara lo que costara.

Éste es uno de los filmes con mejores críticas de la filmografía de Downey Jr. Actualmente tiene el apoyo de la audiencia con un 81% en Rotten Tomatoes y un 7,5 en Metacritic, pero fue todo un fracaso en taquilla. la película tuvo un presupuesto de 31 millones de dólares, pero solo consiguió recaudar 12.