Han pasado 15 años desde que Walt Disney Studios se gastó 200.000 dólares en hacer la adaptación del videojuego Prince of Persia y fue registrado en el Guinness de los récords como la más cara de la historia. Desde entonces, ninguna película, ni siquiera Warcraft en 2016, ha conseguido superar la cifra.
El largometraje, dirigido por Mike Newell y protagonizado por Jake Gyllenhaal y Ben Kingsley, se estrenó en España bajo el título Prince of Persia: Las arenas del tiempo y se trataba de una adaptación del videojuego homónimo lanzado por Ubisoft unos años antes, en 2003, que había sido objeto de un enorme éxito. Sin embargo, pese a que la compañía puso toda la carne en el asador para sacar adelante una película a la altura de las expectativas y planeaba que pudiera ser el origen de una franquicia de éxito, los resultados no fueron los esperados.
El príncipe Dastan (Gyllenhaal), junto con sus hermanos Tus (Richard Coyle) y Garsiv (Toby Kebbell), lidera el ejército persa que actualmente está asediando la ciudad sagrada de Alamut, a la que se acusa de vender armas a los enemigos de Persia. Durante el asalto a la ciudad, Dastan toma posesión de una misteriosa daga de la que pronto descubre que puede retroceder el tiempo por unos segundos. La conquista tiene éxito y la princesa Tamina (Gemma Arterton) puede ser prisionera en sus aposentos, pero el rey Sharaman (Ronald Pickup) es envenenado y Dastan es acusado como el principal sospechoso del crimen. Junto con Tamina, huye de Alamut para demostrar su inocencia y descubrir una conspiración que amenaza al mundo entero.
A pesar de haberse gastado 200.000 dólares en llevar a cabo la mejor adaptación posible, el resultado fue objeto de bastantes malas críticas, no solo por parte de la prensa especializada, sino también del público.
Con una puntuación de 37% en Rotten Tomatoes, cuesta encontrar elogios más allá de que los que reconocen que al menos es una película entretenida: "[Una] adaptación cacofónica y frívola de la serie de videojuegos de Ubisoft" (L.A. Times); "El talento es de primera categoría pero los ingredientes han sido masticados tan intensamente que el resultado es una papilla" (The New York Post); "Tan enrevesado que sus protagonistas tienen que detenerse periódicamente y gritar lo que "hay que" hacer" (Guardian); o "Ver una película reducida de esta manera es bastante deprimente", son algunas de las que pueden leerse.
"No fue bueno para mí": Jake Gyllenhaal se arrepiente de protagonizar esta película de fantasía que fue un fracaso para DisneyAsimismo, el enorme presupuesto de récord de la película también tuvo como consecuencia una decepción de taquilla, porque aunque la cinta recaudó 336 millones de dólares, se quedó lejos de las previsiones. De hecho, Disney decidió abandonar los planes de convertir la película en una franquicia y jamás llegó a encargarse una secuela.